Paseo del Barcelona
El empate conseguido por el Celtic en el Camp Nou hizo pensar a algunos equipos que la mejor fórmula para frenar al Barcelona era amontonar jugadores en torno a su portero, entregar el balón al Barça y esperar que los herederos del Dream Team terminaran desesperándose por no encontrar el camino del gol. El Málaga quiso imitar al Celtic y la copia fue todavía peor que el original.
Sin capacidad para dar más de dos pases seguidos y encerrado en su campo, el equipo que entrena Goyo Manzano se abonó a una derrota segura. Pese a que el juego del Barcelona no era tan brillante como semanas atrás y la pelota no circulaba con demasiada fluidez, lo que no pierde nunca este conjunto es su capacidad de pegada.
Los dos primeros tiros a portería terminaron en gol y con eso se acabó el partido, si es que alguna vez hubo. Eto'o sigue en estado de gracia y nunca ve saciada su hambre de gol. Como tampoco tiene suficiente Deco con trabajar en el centro del campo y siempre encuentra el momento para demostrar que es uno de los futbolistas con mejor tiro de la Liga. Calatayud sufrió a los dos.
Con los tres puntos asegurados, dada la debilidad del rival, uno de los más inocentes que han pasado por el Camp Nou, el Barcelona se limitió a tener el balón y dejar pasar el tiempo. El Málaga siguió encerrado, no varió su planteamiento, y permitió el lucimiento del Barcelona, que se dio el lujo de retirar a sus dos centrales titulares. Con un rival que no se atrevía a pasar del centro del campo no eran necesarios.
Ese atrevimiento que le faltó al Málaga le sobra a hombres como Ronaldinho, Deco, Xavi, Iniesta, Eto'o o Messi, que acaba de llegar y ya se atreve a inventar sin importarle el rival o el escenario. El premio a su dominio abrumador fueron los goles de Iniesta, un joven que encierra en su diminuto cuerpo un talento enorme, y de Eto'o, que suma él solo más goles que todo el Málaga.