La cara y la cruz del Valencia

El Valencia está viviendo la cara y la cruz en este inicio de temporada: es líder en la clasificación de la Liga española, con cuatro victorias y un empate, pero certifica su peor arranque en las cuatro participaciones en la Liga de Campeones, ya que hasta ahora siempre había sido líder de grupo tras las dos primeras jornadas.

El equipo de Ranieri perdió ayer ante el Werder Bremen por 2-1, a pesar de que se adelantó con un gol de Vicente antes del minuto dos de partido. Con esta derrota y tras la victoria de la primera jornada frente al Anderlecht (2-0), el Valencia se coloca segundo del grupo G con tres puntos, los mismos que el Werder Bremen, que perdió en el primer encuentro ante el Inter de Milán y es tercero. El conjungo italiano lidera la clasificación, mientras que el Anderlecht todavía no ha conseguido ni un punto.

En su debut en la Liga de Campeones en la temporada 1999-00, tras eliminar al Happoel Haifa israelí en la fase previa, el Valencia cosechó una victoria y un empate en los dos primeros partidos de la liguilla, ante el Celtic Glasgow en Mestalla (2-0) y el PSV Eindhoven (1-1) a domicilio, respectivamente, pero se colocó líder del grupo F, empatado empatado con el Bayern Múnich pero con mejor diferencia de goles. En su siguiente participación en la Liga de Campeones, con el sabor amargo que les dejó caer en la final frente al Real Madrid y de nuevo tras superara en la fase previa al Tirol Innsbruck, el equipo ché arrancó con mejor pie la liguilla y sumó sendas victorias en las dos primeras jornadas, ante el Olympiakos en casa (2-1) y el Heerenveen en Holanda (0-1), que le dieron el liderato del grupo C en solitario.

Por segunda temporada consecutiva, en su segunda edición de la Liga de Campeones, el Valencia alcanzó la final, pero en esta ocasión fue el Bayern de Múnich quien le amargó su camino al arrebatarle el título en la tanda de penaltis. Tras una temporada en la Copa de la UEFA, el Valencia retornó a la máxima competición continental en la campaña 2002-03 de la mano de Rafa Benítez que, en su debut en el banquillo valencianista, llevó al equipo a la conquista del título de Liga después de más de tres décadas de sequía liguera. Este título doméstico le permitió evitar por primera vez la fase previa y en su arranque en la competición, de nuevo, se mostró intratable. Dos triunfos ante Liverpool (2-0) ante su público y frente al Spartak de Moscú (0-3) como visitante, le auparon a la cabeza del grupo B con seis puntos.

En esta temporada, el Valencia suma una victoria y una derrota, pero tiene la oportunidad de resarcirse del tropiezo de ayer en la tercera jornada, que se disputará el próximo 20 de octubre, ante el Inter de Milán en Mestalla.