Un informe francés alerta de los riesgos de blanqueo de dinero en el deporte

Un informe de un organismo de lucha contra la corrupción, dependiente del Ministerio francés de Justicia, alerta de los riesgos de que los flujos financieros vinculados al deporte, debido a sus dimensiones y a las prácticas se utilicen para el blanqueo de dinero, según publica este martes el diario francés Le Figaro.

En el documento, los expertos del Servicio Central de Prevención de la Corrupción (SCPC) alertan de que "habida cuenta de los desafíos financieros, se multiplican los riesgos de fraude y de corrupción, así como la utilización del deporte como un vector de blanqueo del dinero sucio". Sin citar casos con nombres y apellidos, detallan algunos fraudes y modos de actuar bien tipificados, en particular relacionados con la actividad de los agentes de deportistas, ya que "en la medida en que esta profesión está todavía poco organizada a escala mundial, resulta muy fácil para personajes dudosos servirse de intermediarios".

También indican que el cobro de una comisión sobre la ficha total del deportista, estos intermediarios pueden generar "un verdadero flujo financiero, por ejemplo multiplicando los traspasos de un deportivo de nivel medio con la complicidad eventual de los clubes".

Precisamente, los clubes son otros de los actores que están en el centro de atención del SCPC, en particular por algunos de los contratos de imagen a los que recurren, que muchas veces se hacen a través de sociedades radicadas en países con una fiscalidad privilegiada. También alude a prácticas de negociación de fichajes que consisten en inflar el montante de estos y dejar así un margen que alimenta una "caja negra", o a un "jugador fantasma" comprado por un club, pero que acaba jugando en una tercera formación y que puede generar contratos en cascada.

El informe, que es el balance de actividad del servicio de 2003, llega en un momento en que la Fiscalía de París lleva a cabo una investigación preliminar sobre falsos agentes en el fútbol, y según Le Figaro, podría servir de base para que las instancias directivas y el Ministerio de Deportes fijen un marco para tratar de atajar esos comportamientos.