La justicia portuguesa condena a dos años de prisión a un seguidor inglés

La justicia portuguesa no se anda por las ramas. Un seguidor británico detenido ayer por ser el cabecilla de cientos de hooligans ha sido condenado hoy a dos años de prisión. Por suerte para él, no cumplirá con la pena, ya que será expulsado de inmediato del país.

El primer paso de Portugal para evitar la violencia durante la Eurocopa fue suspender la aplicación del tratado que permite la libre circulación de ciudadanos europeos, el de Schengen. Con esta condena, las autoridades portuguesas lanzan además un mensaje claro: tolerancia cero con la violencia en el fútbol.

Gary Norman, bombero de profesión, se había convertido en el capitán de una turba de hinchas violentos que mantuvo enfrentamientos con la policía lusa durante toda la madrugada del martes en Albufeira. Y un tribunal le ha condenado a dos años de prisión por ese súbito cambio de personalidad. En la batalla callejera seis personas resultaron heridas y catorce detenidas, Norman y otras trece personas, que serán expulsadas también la misma mañana de hoy.

En una vista que se prolongó más de 13 horas y que concluyó al filo de la medianoche del miércoles, el juez portugués estimó probada la existencia de los delitos de amotinamiento y violencia deliberada de los hinchas ingleses. Los disturbios del pasado martes enfrentaron a la policía con varios centenares de hinchas ingleses, muchos de ellos ebrios. La pasada madrugada, por tercera noche consecutiva, hubo nuevos incidentes en Albufeira entre hinchas ingleses y fuerzas de seguridad portuguesas, que causaron ocho heridos y 34 detenciones. Las autoridades portuguesas van a reforzar el dispositivo de seguridad en Albufeira, y especialmente el de Coimbra ante el partido que enfrenta este jueves a Inglaterra y a Rusia.