El Madrid comienza el desafío italiano
Sin Raúl, que "jugaría de ser la final", los blancos reciben a un Juventud que alardea de su solidez defensiva
"Paso a paso", decía ayer Raúl para definir su recuperación de la apendicitis que sufrió hace dos semanas. El delantero del Madrid parece restar importancia a todo lo que hace y se limita a dejarse llevar por el instinto competitivo que lo domina. Los médicos del club tenían previsto que, como mínimo, tardase tres semanas en recuperarse. Y, a toda prisa, Raúl se ha empeñado en jugar en ese plazo, como mucho. Ayer omitió el dolor y se metió en el partidillo que Del Bosque organizó a puerta cerrada para preparar la primera semifinal de Liga de Campeones contra el Juventus (20.45, TVE1), el equipo que mejor se defiende de Italia, con 22 goles en contra en 31 partidos. Al concluir la práctica el técnico sentenció: "Si fuese la final, Raúl jugaría".
Hoy no se juega la final, pero por la envergadura de los contendientes podría serlo: de las últimas siete ediciones del torneo, cada uno ha participado en cinco semifinales. El Bernabéu verá un duelo entre dos filosofías opuestas. El Juventus se ha organizado en torno a la defensa: ha gastado 80 millones de euros, el dinero obtenido por el traspaso de Zidane al Madrid, en contratar a Buffon y Thuram. El Madrid alimenta sus últimas líneas con canteranos, como Pavón, Miñambres o Casillas, y deja los mayores estipendios para futbolistas de vuelo ofensivo. Como consecuencia, el Madrid tiende a la improvisación, el genio y el caos. El Juventus, a todo lo contrario: a lo militar.
"Juegan horrible, vale, pero te matan", decía ayer Helguera. La Juve tiene muchos de los rasgos que dieron fama al catenaccio, o al fútbol italiano tradicional: suele prescindir de la elaboración, prefiere ceder el balón, carece de una referencia en el medio campo que le de juego coral, y libra su suerte a la solidez defensiva y a la capacidad definitoria de los fuoriclase: Del Piero, Trezeguet o Nedved.
Precisamente Del Piero, muy ufano, según informa Ángel A. Giménez, se autoeliminó ayer del catálogo de armas del Juventus: "Cada país tiene un estilo y yo estoy orgulloso de mi equipo. Está claro que nuestra arma es la defensa". En este sentido, su entrenador, Marcello Lippi, reconoció el carácter rancio de su conjunto: "El calcio ha evolucionado pero mantiene su característica fundamental, que es saber defenderse. El Juventus mantiene siempre su misma filosofía: en primer lugar evitar la capacidad ofensiva del adversario. Esto no implica renunciar a buscar la portería contraria".
Ante el Juventus, Raúl es la única baja de un Madrid impredecible. Una baja fundamental para dar consistencia al carácter del equipo, que a veces flaquea, como el sábado pasado. "Contra el Mallorca marcamos el gol y dominamos el partido con tanta facilidad...", decía ayer McManaman. Al sentirse claramente superiores, muchos jugadores optaron por exhibirse en aventuras individuales y el Mallorca, en el segundo tiempo, les marcó cinco goles.El resultado ha sido una sucesión de discusiones internas en el vestuario del Madrid, donde cada estrella es capitana de sí misma y, sin Raúl, se pierde adhesión.
"Raúl está fantástico", dijo ayer el médico del club Juan Carlos Hernández. "El viaje a Lanzarote le vino muy bien; allí hizo ejercicios en la arena y en el mar, y el domingo, ya en Madrid, nos planteamos que a lo mejor le mandábamos ejercicios de piscina pero corrió. Como no sintió molestias, corrió un poquito más. Le preguntamos: '¿Te molesta?'. Y como no le molestaba, entonces tocó balón... Y así. Ahora se está entrenando casi con normalidad".
Todo el mundo en el Madrid ya cuenta con Raúl para el partido de vuelta, en Turín la semana que viene. Hoy será baja. Pero el Juventus tampoco tendrá a todos sus hombres. Tacchinardi, Davids y Montero, sancionados, no jugarán.
Madrid: Casillas; Salgado, Hierro, Helguera, Roberto Carlos; Figo, Makelele, Guti; Zidane; Morientes y Ronaldo.
Juventus: Buffon; Birindelli, Thuram, Ferrara, Zambrotta; Camoranesi, Conte, Tudor, Nedved; Del Piero y Trezeguet.
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