Juan Carlos Ferrero lucha por doblegar al 'número uno'

El español Juan Carlos Ferrero, tras imponerse a Carlos Moyà, y el australiano Lleyton Hewitt, que se ha deshecho del suizo Roger Federer, protagonizan hoy la segunda final más joven de la historia del torneo que cierra la temporada, con el recuerdo del último punto de la de la Copa Davis del 2000 cuando España logró alzarse con la victoria en el Palau Sant Jordi.

Ferrero, el cuarto componente de la Armada que llega a la final de un Masters tras vencer a Carlos Moyà por 6-7 (6-8), 6-4 y 6-4 en dos horas y 18 minutos, se enfrenta a Hewitt -defensor del título y que esta misma semana se aseguró acabar el año como número uno del mundo por segunda vez consecutiva-, que se impuso a Federer por 7-5, 5-7 y 7-5 en tres horas, el partido más largo de esta competición.

En aquella final de Copa Davis histórica un paralelo de revés de Ferrero proporcionó la gloria al equipo español. Esta vez, puede significar el primer gran título del valenciano. En el encuentro, que ha comenzado a partir de las 3.00 hora local (8.00 hora española) los dos jugadores dirimirán su quinto enfrentamiento (2-2), con un premio de 700.000 dólares como aliciente.

Vencer a Moyà ayer en tres sets y en partidos "épicos", como los calificó el propio Ferrero, se va convirtiendo en una costumbre para el de Onteniente, que esta temporada ha derrotado al mallorquín en la final de Montecarlo y en la de Hong Kong, para perder únicamente en las semifinales de Cincinnati. El balance ahora es de 7-2 para Ferrero, que parece haber tomado perfecta medida del juego de Moyà para hacerse con la victoria. "Con Juan Carlos siempre me cuesta, hay que jugar al máximo nivel y nunca encuentro el hueco", se ha justificado el mallorquín.

La oportunidad de ganar un título importante se presenta de nuevo para Ferrero, dos veces semifinalista de Roland Garros y finalista este año. "Creo que toca ya", ha manifestado el de Onteniente esperanzado, pero ahora tendrá que superar a Hewitt, que una vez más ha demostrado casta y garra para superar un partido adverso.