El Betis pierde fuelle
El equipo de Juande Ramos suma ante Osasuna su cuarto empate consecutivo
El tropiezo del Celta ante el Espanyol hizo que el Betis comenzase su choque con Osasuna con la posibilidad de acabar la jornada en cuarta posición, cómodo en la zona de la Liga de Campeones. Para ello era obligado ganar a un equipo que partía en el polo opuesto de la tabla, en la zona de descenso. Pero no lo hizo, sino que sumó su cuarto empate consecutivo, y el tercero de ellos que el equipo de Juande Ramos zanja sin goles.
A falta de cinco jornadas para que concluya el campeonato, el Betis parece que se está deshinchando. Bien es verdad que lleva toda la segunda vuelta invicto, pero en estos momentos decisivos, en los que se juega obtener un pase a una de las dos competiciones europeas, el Betis se ha peleado del todo con el gol. Y no es que precisamente esta temporada haya vivido un romance con él, pero es que de un tiempo a esta parte sus delanteros, o jugadores como Denilson y Joaquín, muestran una incapacidad preocupante cuando de encarar la portería contraria se trata. Eso ocurrió ayer ante la puerta defendida por Unzue, que sólo tuvo que intervenir en contadas ocasiones —una parada a un saque de falta lejano de Capi y una oportuna pierna que metió cuando Dani se quedaba solo—. Los jugadores verdiblancos se bastaron ellos solitos para frustrar sus propias acciones de peligro.
Y todo ante un rival, Osasuna, que no le perdió la cara al encuentro en ningún momento y que hizo que la fría y lluviosa tarde sevillana fuese más incómoda todavía para el Betis. De ello se encargaron el habilidoso Puñal y el veloz y peligroso Iván Rosado, que ayer lograron desquiciar a la siempre correcta defensa bética, donde sólo Juanito y Filipescu mantuvieron el tipo.
Ante tal incapacidad, Juande Ramos optó por reforzar el ataque a comienzos de la segunda mitad, donde Dani lo intentaba una y otra vez, pero sin éxito alguno. Retiró a un ayer apagado Joaquín por el portugués Joao Tomás, que poco aportó para que su equipo recobrase el tono. Y mientras, el Osasuna a lo suyo: plantarle cara al Betis e incluso comerle de nuevo el espacio que tanto le había costado recuperar. Pero tampoco es que Osasuna hiciera más que el Betis por hacerse con el partido. Aguantó bien en defensa, explotó sus bandas y trató de sorprender a Prats en jugadas aisladas como la protagonizada por Yanguas casi al final del partido que, solo ante Prats, estrelló el balón en el lateral de la red.
Con un empate sin goles imaginable casi desde el inicio, acabó el partido. El Betis, con esa nueva igualada, se quedó sin dar el salto de calidad que le hubiera acercado a su sueño europeo. El próximo reto: romper esta estéril dinámica la jornada que viene ante el alicaído Tenerife de Javier Clemente.
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