Turquía y Alemania ya están en semifinales

Turquía, con el apoyo de su enfervorizada afición, y Alemania, con la figura protagonista de Dirk Nowitzki, han sellado su pase a las semifinales y su clasificación para el Mundial frente a las selecciones de Croacia y Francia.

Turquía ha resucitado ante más de 14.000 espectadores en el Abdi Ipekci de Estambul cuando todos daban a la selección anfitriona por muerta en el Europeo.

La gran perjudicada, y también la gran culpable, de la alegría desatada en las gradas y sobre la pista del Abdi Ipekci fue Croacia, que derrochó una diferencia de diecinueve puntos y un imperdonable error de Mirsad Turkcan sin concretar un triunfo que acarició durante tres cuartas partes del encuentro.

Los croatas cedieron una victoria prácticamente asegurada tras el descanso en vez de rematar a Turquía y, luego, ya en la prórroga, después de que Turkcan empatase con un tiro libre y desperdiciase otro que significaba la clasificación con el contador a cero, no supieron soportar la infernal presión que levantó en volandas a los turcos, que acabaron ganando 87-85.

Gran Nowitzki

En la otra semifinal, Dirk Nowitzki, máximo anotador del Europeo, ha materializado otra noche de felicidad para Alemania clasificando a la selección germana para las semifinales continentales con una acción decisiva a 20 segundos del final sobre Francia, actual subcampeona olímpica, que capituló rendida a la potencia del ala-pívot de los Mavericks de Dallas. El partido ha acabado en un apretado 81-77 para los alemanes.

La manera de jugar de alemanes y franceses distó mucho de los cauces por los que suelen discurrir los encuentros de un campeonato continental, habitualmente marcados por la intensidad defensiva. Los galos y el cuadro germano prefirieron darse la buena vida.

Los dos regalaron enormes licencias para penetrar y tirar, generalizadas en ambos aros, y los alemanes tampoco supieron cerrar el rebote defensivo, lo que abrió un manantial de puntos para la formación de Alain Weisz, pero Alemania reaccionó y cuando Francia quiso poner remedio ya era tarde.

Para los alemanes era muy cómodo dejarlo todo en manos de Nowitzki, pero en vista de los demoledores efectos que el enorme jugador ocasiona en las canastas rivales también comprensible y, por lo visto, acertada, porque a los veintisiete minutos tomaba el mando del marcador por primera vez en toda la noche (47-48).

Los alemanes, que sólo han perdido con Yugoslavia, la indiscutible número uno del torneo, comenzaron a disfrutar del poder de Nowitzki desde todas las posiciones mientras el rubio ala-pívot marcaba cifras vertiginosas y los franceses asumían una derrota que cierra su entrada a la lucha por las medallas, les manda a un peligroso cruce con Turquía y pone a los hombres de Henrik Dettman en el Mundial de Indianápolis 2002.