Rafael García Garrido, empresario de Las Ventas, satisfecho con la feria de San Isidro y dolido por las críticas
El director general de Plaza 1 afirma que el ciclo no fue diseñado al servicio de las figuras, y que hoy es muy difícil encontrar toros con el trapío que exige Madrid
Considera que la gran avalancha de espectadores que ha acompañado a la reciente Feria de San Isidro es el fruto de un proyecto diseñado para despertar el interés del público, se siente molesto y muy dolido por las aceradas críticas que le ha dirigido una parte de los tendidos, y augura cambios para el futuro.
Rafael García Garrido (Madrid, 1973), director general de Plaza 1, la empresa que gestiona la plaza madrileña desde el otoño de 2016, se siente, ante todo, empresario, cuenta que intenta hacer su labor lo mejor posible, y admite que está satisfecho, pero contento solo a medias a causa de los insultos que ha recibido. “Lo que mucha gente no entiende es que esto es un negocio”, afirma, “y si no es rentable, no vale; solo es posible una tauromaquia exitosa si la plaza se llena”.
“Lo mejor que le ha podido ocurrir a la plaza es que los jóvenes quieran venir a Las Ventas”
Pregunta. Se dice que la gran triunfadora de la pasada Feria de San Isidro ha sido su empresa, Plaza 1.
Respuesta. Yo creo que la triunfadora ha sido la plaza de Madrid, que ha mostrado ante el mundo una imagen de grandeza, un altísimo nivel de asistencia de público y una vuelta al gran espectáculo, que le hacía falta. Lo que ha hecho mi empresa es poner de manifiesto que lo que veníamos pregonando desde hace tiempo ha sido un éxito. Esta ha sido la feria con más espectadores de los últimos veinte años, lo que significa que la estrategia de defender al abonado, la gratuidad para mayores y jóvenes y la subida de precios para el público ocasional ha funcionado extraordinariamente bien. Y no se ha regalado una sola entrada en la feria”.
P. ¿Esperaba usted esta masiva afluencia de público?
R. Sí, en nueve tardes se colgó el cartel de ‘no hay billetes’, y solo el mal tiempo permitió que sobraran menos de 200 entradas en otros seis festejos más. Pero, a pesar de la lluvia, y de que Telemadrid ha ofrecido 14 corridas en abierto, ha sido una feria exitosa. La plaza de Las Ventas ha estado en boca de todo el mundo y está de moda entre los jóvenes madrileños. Ha sido un conjunto de circunstancias bien trabajadas, pero no hay que dormirse.
P. ¿De moda entre los jóvenes madrileños?
R. Así es. Lo mejor que le ha podido ocurrir a la plaza es que los jóvenes quieran venir a Las Ventas. No nos engañemos: de entrada, prefieren las copas y la música a los toreros, pero como hemos impedido la entrada con copas a los que no están dentro de la plaza, optan por asistir a los festejos. Si conseguimos aficionar a una parte, hemos triunfado. Hoy, con una oferta de ocio tan variada, es muy difícil enganchar a un joven. Pero he visto en las andanadas a niñas con el uniforme del colegio, y muchos jóvenes se visten bien para venir a los toros y respetar la liturgia.
“Creo, sinceramente, que hay una clara animadversión contra Plaza 1 que no merecemos ni entendemos”
P. ¿Cuál ha sido, a su juicio, la clave del éxito?
R. Que se ha trabajado mucho en una estrategia comercial, en la anticipación de la venta, que ha habido una inversión muy fuerte en publicidad y en que hemos colocado la feria al nivel de los grandes espectáculos que se celebran en Madrid. Y el comentario general sobre el ciclo es que no había una corrida mala y que todas las tardes había un motivo que despertaba la atención del público.
P. Pero el balance artístico no ha respondido a las expectativas…
R. Es cierto. A veces, ocurre así. Las posibilidades eran muchas, y han embestido muchos toros, pero… También el viento ha estado presente casi todas las tardes y ha impedido el normal desarrollo de los festejos.
P. Pocos triunfos, pero muchas colas en las taquillas. Habrá sido una feria rentable económicamente.
R. Sí, sí, claro. Ha sido una feria rentable.
P. Por lo que cuenta, parece que este es el ciclo con el que había soñado desde que es empresario de Las Ventas.
R. En un ochenta por ciento, sí, pero hay matices que cambiar. Nos hemos encontrado con serios problemas en el campo porque no hay los toros que queremos para Madrid.
P. Ahora que habla de toros, el primer día de feria apareció una pancarta en el tendido 7 que decía: “Suben los precios, baja el toro”.
R. Eso es demagogia. Primero, porque los del 7 son abonados y no se les ha subido el precio. Y repito que la pandemia ha afectado gravemente al toro. Y no es por dinero, porque Madrid es la plaza que más ha pagado, paga y seguirá pagando por los toros en España. Además, no hay consigna alguna de bajar el trapío del toro de Madrid, a pesar de lo que diga el estercolero de Twiter. Soy el empresario y hago lo que debo, que es contratar a los mejores toreros y ganaderías sobre el papel, pero el que aprueba o rechaza los toros presentados no soy yo, sino el equipo gubernativo.
P. Habrá que colegir que los veterinarios se han visto obligados a aceptar un toro de más baja presencia.
R. Supongo que sí, porque la autoridad no es ajena a este problema. Lo que está claro es que no ha habido una consigna de la empresa en ese sentido.
P. En 2020, denunciaba usted en este mismo blog el inmovilismo y las exigencias de las figuras. ¿Exigen tanto como para diseñar una feria como la de San Isidro?
R. No. El compromiso de las figuras ha sido total y me he encontrado con la mejor disposición desde que soy empresario. Ellos han querido venir dos o tres tardes, y todos quieren estar presentes en la Feria de Otoño. No ha sido esta una feria a su servicio, sino un ciclo diseñado para que estuvieran presentes los mejores y se produjera una éxito de público que hemos visto.
P. Pero ese diseño deja fuera de los carteles a muchos toreros de interés y encastes minoritarios.
R. Siempre he defendido que Madrid es plaza de temporada, En julio programaremos tres corridas con toreros con posibilidades, y septiembre es el mes del toro, en el que se anunciarán dos desafíos, una corrida concurso y una novillada concurso”.
P. De todos modos, Las Ventas no es solo una plaza de primera, sino una referencia mundial de la tauromaquia, y la Feria de San Isidro no ha recogido la realidad de la fiesta.
R. De acuerdo; por eso he dicho que hay matices que hay que cambiar el próximo año. Este ha sido el primero de un nuevo formato y hemos recibido enseñanzas productivas. Pero no hay que olvidar que la mejor defensa de la tauromaquia es su éxito, y este solo se mide por la asistencia de público.
“Es bueno que el tendido 7 sea exigente, pero el insulto es un camino muy peligroso. Acudir a la plaza con una pancarta me parece tercermundista”
P. Durante el largo ciclo ha habido también tiempo y espacio para las críticas. Varias asociaciones de aficionados se han quejado de los altos precios de las entradas sueltas que, en su opinión, han impedido la asistencia de personas que por distintos motivos no han podido comprar un abono.
R. Pero si ha habido más gente que nunca… No tienen razón. Lo que no podía ser es que costara más el parking que los toros.
P. Y en el tendido han llegado a pedir la dimisión de los gestores de Plaza 1…
R. Pedir la dimisión es un absurdo. Creo que se trata de una campaña orquestada por alguien porque no sé cuál es el problema. El trapío del toro, ya lo he dicho, no es responsabilidad de la empresa. Y me han acusado del mal funcionamiento de La Venta del Batán [unas instalaciones municipales donde tradicionalmente se exponían los toros y que, después de 19 años cerrada, se han vuelto a abrir en esta feria], que es un grandísima idea, pero necesita reformas. Durante dos meses hemos intentado convencer a los ganaderos para que llevaran allí sus toros, y la mayoría no ha querido. Durante la corrida del pasado día 11, apareció la policía en el tendido 7 y me culparon a mí de ello; pero quién soy yo para enviar la policía a ningún sitio. Creo, sinceramente, que hay una clara animadversión contra Plaza 1 que no merecemos ni entendemos.
P. Pero ha habido más…
R. Sí, me han llamado ladrón, sinvergüenza, que soy peor que el ébola... Me han llamado de todo y es muy lamentable. El domingo vi cómo un espectador aplaudía cuando el toro volteó a Roca Rey, torero al que llamaron tiraflechas. Son líneas que no se deberían traspasar porque, a mi juicio, son delitos de odio y no debemos consentirlos. Debe existir el tendido 7 y es bueno que sea exigente, pero el insulto es un camino muy peligroso. Acudir a la plaza con una pancarta me parece tercermundista.
P. Se le ve dolido…
R. Digamos que contento a medias; me duele ser el culpable de todo. Hago lo que puedo e intento hacerlo lo mejor posible. ¿Todo es malo? Creo que no. Hay un plan, un proyecto que se intenta ejecutar, ninguna improvisación, y dispuesto siempre a corregir errores.
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