La mujer que grabó su vida en vídeo para su marido, condenado a 60 años de cárcel por robar 4.000 euros
El documental 'Time' muestra dos décadas de intimidad de una familia que sobrevive al sistema penitenciario estadounidense
Sibil Fox Rich y su marido, Rob, cometieron un error de juventud que los ha marcado de por vida. La pareja de Nueva Orleans (Estados Unidos), de raza negra, era dueña de una poco fructífera tienda de ropa a finales de los noventa, así que juntos decidieron atracar un banco para aliviar sus deudas. Ella pasó tres años y medio en prisión por esperar en el coche. Él fue condenado a 60 años de cárcel sin posibilidad de libertad condicional por un robo a mano armada, del que se llevó poco más de 5.000 dólares (unos 4.200 euros) y no hubo heridos.
Durante dos décadas, Fox ha sido madre soltera de seis hijos, empresaria y un icono para su comunidad local en la lucha contra lo que ella misma define como “un sistema legal monstruoso que se ha convertido en la esclavitud del siglo XXI”.
Time, el documental de Garrett Bradley que ya puede verse en Amazon Prime Video, iba a ser un cortometraje sobre ella, una mujer llena de carisma que sufre las consecuencias de la dura condena impuesta a su marido. Pero, al finalizar el rodaje, su protagonista se acercó a la cineasta y le entregó una bolsa llena de cintas de vídeo. Eran más de 100 horas de grabaciones caseras que había hecho para Rob durante esos 20 años, a la espera de que la justicia evaluara de nuevo su caso y él pudiera salir de prisión y recuperara con ellas parte del tiempo perdido.
Todo ese material de archivo cambió por completo el proyecto, admite la directora a través de una conversación de Zoom, e hizo que Time se convirtiera en un largometraje. La idea original mostraba el presente y futuro de Fox Rich, pero en esa bolsa accedió a su pasado, lo que le permitió descubrir otros aspectos desconocidos de la mujer a la que había seguido con su cámara durante años. “Me encontré con su vulnerabilidad, un aspecto de ella que ha ido quedando oculto con el paso de los años. Esas imágenes permiten ver a Fox sin la coraza que el sistema penitenciario creó en ella”, comenta Bradley. Ganadora del premio a mejor dirección en el Festival de Cine de Sundance 2020 por este trabajo, la directora comenzó su carrera junto a uno de sus referentes, Ava Duvernay (Selma y Enmienda XIII), la voz de Hollywood contra la desigualdad racial.
Según la Oficina de Estadísticas del Departamento de Justicia de Estados Unidos, una ratio de 2.336 hombres negros de cada 100.000 ocupaban las prisiones estatales o federales del país durante 2017. El dato, aunque ha descendido un tercio en los últimos 10 años, sigue estando muy por encima de la ratio de hombres blancos: 397 de cada 100.000. Y la proporción de hombres hispanos encarcelados es de 1.054 de cada 100.000.
Durante 80 minutos, el blanco y negro en el que se muestra Time unifica el relato de directora y protagonista. Las imágenes de sus hijos yendo a la guardería se intercalan con las de la graduación de uno de ellos, dispuesto a estudiar Derecho, y las de los carismáticos discursos que Fox ofrece en su parroquia con las continuas llamadas telefónicas en busca de una esperanza jurídica. “Garrett tenía tan claro cómo contar esta historia y estaba tan centrada en contarla como ella creía que no quise pasarle el material hasta que ella no hubiera terminado con su parte. Así me aseguré de que ella grabara lo que quería mostrar y que pudiera añadir la parte que yo había grabado con lo que yo quería mostrar sobre Rob, mis hijos y la sociedad”, explica ahora la propia Fox Richardson, también a través de Zoom, con la misma determinación que tanto interesó a Bradley.
La heroína del documental conecta desde su hogar en Nueva Orleans para charlar sobre la cinta junto a Rob, que está sentado a su lado. Logró salir de la cárcel para cumplir en libertad condicional sus 40 años restantes de condena mientras el documental estaba en fase de montaje. Fox avisó a la directora para que pudiera registrar el primer encuentro con su marido en libertad y cerrar de esa forma el círculo que ella misma había iniciado con su videocámara. Las semanas de confinamiento obligado por la crisis del coronavirus han supuesto para ella “lo más parecido a unas vacaciones” que ha tenido desde que ambos entraron en prisión. Para él, lo más impactante de los vídeos caseros ha sido comprobar que sus hijos "nunca se alejaron del buen camino a pesar de las circunstancias".
El paso del tiempo, como indica el título, es uno de los asuntos principales del relato. “Los comienzos fueron los más duros. Yo era una exconvicta, madre de seis niños y cuyo marido seguía en la cárcel por tiempo indefinido”, recuerda. Mantener cierta dosis de esperanza e incluso de ingenuidad es lo que le permitió resistir. “Ni en mis peores sueños hubiese imaginado entonces que mi marido iba a estar en la cárcel 15 años por haber robado 5.000 dólares (4.200 euros). Cuando se cumplieron esos 15 años, y luego los 16, y los 17, y los 18, y los 19… yo ya estaba muy metida en mi propia lucha y rendirme ya no era una opción”.
Aunque Fox se empeñó en crear ese diario visual como parte de esa batalla, no había visto muchos de esos momentos de intimidad hasta que aparecieron en el documental. Su cámara antigua se rompió y la nueva no le permitía reproducir las primeras cintas. “Ha sido en la película donde yo misma he visto muchas de esas imágenes. Sirven como legado de todas las mujeres negras de Estados Unidos que luchamos para mantener unidas a nuestras familias", dice la protagonista de Time. "Garrett ha creado con esas imágenes un magnífico retrato de resiliencia y amor incondicional. Y me ha dado una razón más para pensar que todo el sacrificio de estos años ha merecido la pena”, subraya.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.