El inagotable filón de las ausencias

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Uno de los términos que surgen con mayor constancia en las series de televisión es el de "desaparecer". Canales, plataformas, productoras y guionistas han encontrado un filón al parecer inagotable en las desapariciones que, generalmente, afectan mas a la infancia y juventud. Series de desapariciones, a bote pronto, caben citar desde Stranger Things, a The Tunnel, The Missing, Dark, Perdida, The Disappearence y la que ahora exhibe Sundance TV, El bosque, y todo ello sin citar a The Leftovers que es la Capilla Sixtina de las desapariciones con 140 millones de personas que se esfuman de la noche a la mañana y que pese a lo inaudito de la cifra es, sin duda, una de las de mayor calidad.

La serie francesa El bosque se sitúa en un pequeño pueblo de la región de las Ardenas que linda con un enorme e inquietante bosque, por mas que este sea belga, y que se convierte en el coprotagonista de la historia. La desaparición de una estudiante del Instituto despertará las alarmas de una población que años atrás sufrió la de otras jóvenes. Con tanta profusión de series sobre ausencias indeseadas la clave, o una de ellas, son los personajes secundarios, el entorno humano. En el caso de El bosque destaca una profesora de la adolescente que a su vez tiene un pasado complejo pues sobrevivió dos años de su primera infancia en ese bosque, una especia de L'enfant sauvage de Trauffaut, y que será esencial en la solución de la intriga. Una serie entretenida que se desarrolla en un paisaje impresionante y con un paisanaje inquieto pero con un notable nivel de vida: todos viven en casas estupendas, salvo alguna casa, que diría Rajoy.