_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Dios y el diablo en la tierra de las oportunidades

Es probable que el relativo éxito de una interesante serie, 'Llegar a ser Dios en Florida', se deba al desconcierto de sus primeros capítulos

Kirsten Dunst, en 'Llegar a ser Dios en Florida'.
Kirsten Dunst, en 'Llegar a ser Dios en Florida'.
Ángel S. Harguindey
Más información
Superhéroe de barrio proletario
La intolerancia de una sociedad opulenta

Es probable que el relativo éxito de una interesante serie, Llegar a ser Dios en Florida (Movistar +), con una extraordinaria Kirsten Dunst, productora ejecutiva y protagonista absoluta, se deba al desconcierto de sus primeros capítulos. No se entiende muy bien qué es lo que se quiere contar, mientras que a partir de la mitad de la narración, la trama se aclara, los personajes se definen y la historia alcanza la notoriedad que merece. En las series el arranque es esencial: hay demasiada oferta para un consumidor que se empereza ante la confusión.

La acción se desarrolla en Orlando, Florida, en 1992, y la clave es la insatisfacción de una clase media depauperada que aspira a superar su situación. Es un terreno propicio para los telepredicadores de la bonanza espiritual o material, que con frecuencia se complementan.

En la serie, Dios es sustituido por el otro becerro de oro: el libre mercado. Su nuevo gurú preside una importante estafa piramidal en la que la oferta y la demanda de todo tipo de productos se convierte en una cascada de engaños y miseria para un núcleo de ingenuos creyentes que arruinarán su ya de por sí arruinada vida. En las horas bajas del negocio se acude al manipulable patriotismo, es el ya conocido "América primero" de Donald Trump. Y llegados a este punto conviene recordar el fraude bancario español de la emisión y venta de acciones preferentes que se inicia en los años noventa del pasado siglo y alcanza su cima entre 2009 y 2011: 700.000 clientes que anhelaban una jubilación soportable. No hay un único profeta, ni se acude a la indignidad de un patrioterismo de andar por casa pero se comparte la estafa.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_