El peligro de halagar a un narcisista
El documental 'A los gatos, ni tocarlos: un asesino en Internet' plantea varias cuestiones de interés en este siglo veintiuno problemático y febril
El apasionante documental A los gatos, ni tocarlos: un asesino en Internet (Netflix) plantea varias cuestiones de interés en este siglo XXI problemático y febril, parafraseando a Enrique Santos Discépolo. En primer lugar, el omnipresente imperio de las redes sociales. En los tres capítulos del documental, Google, Twitter, YouTube y Facebook son los dueños de la pantalla. No sería concebible esta historia real sin ellos.
En segundo lugar, se pone de manifiesto el exacerbado narcisismo que alientan y potencian esas redes sociales. Siempre hubo sociópatas, pero la divulgación universal e instantánea de cualquier hecho o gesto es un irresistible estímulo para los trastornados. Mark Lewis, el responsable del documental, narra con una envidiable producción, gran eficacia y cronológicamente la espiral de demencia y crueldad de Luka Magnotta, un joven canadiense que aspira a convertirse en una estrella de cine y que, al ser rechazado, opta por la fama de un asesino en serie. Un descenso a los infiernos que despertará las pesquisas de Deanna Thompson y John Green, dos internautas que desde Las Vegas y Los Ángeles perseguirán digitalmente al sociópata por Toronto, Montreal, París y Berlín en un alarde de dominio absoluto de los ordenadores. Si Milan Kundera afirmó que “la verdadera prueba moral de la humanidad, su prueba fundamental, consiste en sus actitudes hacia aquellos que están a su merced: los animales”, Thompson y Green la aprueban sobradamente.
La tercera cuestión es saber si, como plantea la lúcida contable de un casino de Las Vegas en el último capítulo, no será ella misma, el resto de los internautas e incluso los espectadores del documental corresponsables de alimentar a los sociópatas que muestran en Internet sus delirios narcisistas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.