Actores
Las actuaciones de Pablo Iglesias llevaban el sello del Método, la intensidad. Pero el cargo de vicepresidente le aconseja adoptar la sobriedad contundente de los actores clásicos


Es fantástica la evolución de determinados actores. Por ejemplo, Pablo Iglesias. Durante mucho tiempo, sus actuaciones llevaban el sello del Método, la intensidad, la sobreactuación. Pero constato que el cargo de vicepresidente le aconseja adoptar la sobriedad contundente de los actores clásicos. ¿Quién representa el clasicismo actoral en la política? Pues el superdotado Felipe González. Constato ese cambio en la entrevista pretendidamente incisiva que le hace Vicente Vallés.
Ninguna respuesta incendiaria por parte de Iglesias. Solo repite que es tiempo de hacer política (adiós a la toma de la Bastilla), reitera su armonía en la causa común que afrontan con los socialdemócratas y le da un corte oportuno a su audaz entrevistador cuando este le pregunta venenosamente por el exotismo de que su pareja y él ostenten ministerios. Iglesias, muy rápido, le recuerda a su interrogador que eso ocurre en muchos sitios, incluida la empresa audiovisual en la que trabaja Vallés. O sea, la del más periodismo. Y ya llegarán el traje y la corbata. Ya lo decía el sabio Leonard Cohen: “Antes de aprender magia, la gente debería de practicar la etiqueta”.
También observo la despedida de la política de Borja Sémper. No creo que interprete. Me parece ejemplar su tono, su expresividad, lo que dice y cómo lo dice, me lo creo siendo yo tan descreído. Parece alguien normal en el mejor sentido de la palabra. Y no tienen desperdicio las razones de su adiós: “Me apasiona la discrepancia, pero rechazo el enfrentamiento gratuito. Tengo la amarga sensación de que la política transita por un camino poco edificante”. Lo cuenta alguien inteligente que se jugó la vida, rodeado de guardaespaldas. Debió de creer en su profesión.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
Milei consigue la aprobación de su primer presupuesto en el Congreso
Los incendios alimentados por el calentamiento global disparan la factura de la crisis climática entre las 10 catástrofes más costosas del año
“La fiesta electrónica más grande del mundo”: horario y artistas invitados para los festejos de fin de año en Ciudad de México
Tailandia congela las cuentas de Anne Jakrajutatip, socia de Raúl Rocha Cantú en Miss Universo
Lo más visto
- Acuerdo en Villamanín por el Gordo sin repartir: la comisión de fiestas cede más de dos millones por la paz del pueblo
- Maisa Hens, cantante: “Gracias al anuncio de El Almendro no tuve que volver a hacer un ‘casting”
- Timothy Morton, activista: “Estados Unidos es un gigantesco campo de concentración”
- La obsesión de Trump por poner su nombre a todo carece de precedentes en Estados Unidos
- Junqueras avisa de que la recaudación del IRPF es “imprescindible” para negociar los presupuestos de Sánchez e Illa






























































