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TEATRO INTERNACIONAL

Stoppard y Kushner vuelven a Londres

El retorno del dramaturgo y nuevos trabajos de Lucy Kirkwood, Ivo van Hove o Robert Lepage marcan el nuevo año teatral en el West End

Marcos Ordóñez
Lesley Manville, en una imagen promocional de 'La visita de la vieja dama'.
Lesley Manville, en una imagen promocional de 'La visita de la vieja dama'.

En Londres hay teatro para no parar. Empiezo a tomar nota de lo que me apetecería ver ya, o a lo que convendría ir echándole el lazo, aunque las entradas todavía estén lejos. Se lo cuento telegráficamente. Si en el Pavón de Madrid les gustó Los hijos (The Children) y tienen mono, en el National Theatre (del 15 de enero al 27 de marzo) echan la nueva entrega de Lucy Kirkwood, siempre sorprendente: la anterior iba de catástrofe futura y The Welkin sucede en Suffolk en 1759, en vísperas del cometa Halley. Doce matronas han condenado a muerte a Sally Poppy (Ria Zmitrowicz) y Lizzy Luke (Maxine Peake) prepara su defensa. Dirige James Macdonald, que ya estrenó The Children.

El 25 de enero vuelve a la carga Tom Stoppard, a los 82 años y sin escribir teatro desde The Hard Problem (2015), discretamente acogida. ­Leopoldstadt, que se verá en el Wyndham del 12 de febrero al 13 de junio, es un epic con nutrido reparto y producción de Sonia Friedman, protagonizado por una familia judía que se traslada al barrio vienés del mismo nombre. La acción transcurre entre 1899 y 1955. Stop­pard ha tardado en abordar su doloroso tema: en los primeros noventa descubrió que cuatro miembros de su familia murieron en los campos de concentración nazis. Su director es el también dramaturgo Patrick Marber, a quien Stoppard eligió tras celebrar su puesta de Travesties en 2017, en Londres y Nueva York.

Del 27 de enero al 28 de marzo, el Old Vic homenajea a Samuel Be­ckett con un nuevo montaje de Final de partida, a las órdenes de Richard Jones y con un singular reparto: Hamm es Alan Cumming, que no hacía teatro desde el Cabaret de Sam Mendes en 2014, y Clov es Daniel Radcliffe, con éxitos en Broadway como The Lifespan of a Fact (2018). Del 31 de enero al 4 de abril, Tony Kushner adapta La visita de la vieja dama (1956), de Friedrich Dürrenmatt, para el NT, dirigida por Jeremy Herrin, con Lesley Manville y Hugo Weaving al frente del reparto. De un pequeño pueblo suizo, Kushner la ha trasladado a una localidad de Nueva York después de la II Guerra Mundial. Este año, por cierto, se estrenará una adaptación cinematográfica de West Side Story con guion de Kuschner dirigida por Spielberg.

El 6 de marzo vuelve a Londres (atención: solo nueve funciones en el Lyttelton/NT) el descomunal The Seven Streams of the River Ota, un caleidoscopio de tragedias entrecruzadas (desde Theresienstadt hasta la expansión del sida, pasando por Hiroshima) escritas y montadas por Ex Machina/Robert Lepage. Una pieza auténticamente mayor. Cada función dura siete horas, con dos pausas y 45 minutos para cenar. En España se montaron en julio de 1995. Quienes las vieron no las olvidaron, ni las olvidarán ahora.

Jake Gyllenhaal y Annaleigh Ash­ford retoman sus dobles roles en el revival de Sunday in the Park with George (1984), el sofisticado musical de Sondheim y Lapine (dos actos, dos siglos, dos Seurats, dos Dot-Maries) que protagonizaron en el West End (2005-2006) y Broadway (2017), para volver a Londres: al Savoy Theatre, del 11 de mayo al 5 de septiembre, de nuevo dirigidos por Sarna Lapine.

Ivo van Hove vuelve a pisar el Barbican, donde en 2017 presentó una decepcionante versión de Obsesión, de Visconti, con Jude Law. En esta ocasión, del 5 al 11 de junio, será una coproducción del Odéon-Théâtre de l’Europe de El zoo de cristal, de Tennessee Williams (que se verá en Londres tras su estreno en París), dirigida por Van Hove, con Justine Bachelet, Cyril Gueï, Nahuel Pérez Biscayart e Isabelle Huppert, que en el Barbican será la madre, la neurótica pero poderosa Amanda Wingfield: un personaje ideal para ella.

En Londres siempre conviene reservar entradas con mucha antelación, pero sobre todo de cara al verano, porque es cuando despegan los montajes más solicitados. El 21 de mayo arrancarán las previews de Matar a un ruiseñor en el Gielgud Theatre, la novela de Harper Lee, adaptada a la escena por Aaron Sorkin y dirigida por Bar­tlett Sher en una producción de Sonia Friedman. En Broadway ha sido y sigue siendo un gran éxito, con Jeff Daniels (2018-2019) y Ed Harris (desde 2019) en el rol de Atticus Finch, que en el West End correrá a cargo del actor galés Rhys Ifans. El estreno, el 11 de junio. Y dos meses más tarde, el 11 de agosto, en el Adelphi Theatre, el esperado retorno de una actriz que rara vez decepciona: Imelda Staunton, decidida a hacer las grandes protagonistas del musical, une Hello, Dolly! a su lista, dirigida por Dominic Cooke, que ya se encargó de lo mismo cuando Staunton fue una espléndida Sally en el Follies del National. La lista de sus triunfos sería larga: baste citar algunos como la mujer del panadero de Into the Woods, la señora Lovett de Sweeney Todd, la Adelaide de Guys and Dolls y la reciente Rose de Gypsy. No se la pierdan.

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