El algoritmo de Netflix ha descubierto que somos adultos
'Historia de un matrimonio', su último pelotazo, es un pequeño milagro lleno de misericordia y de crueldad en partes solubles
Creo que el algoritmo de Netflix ha detectado algo profundo que no siempre es evidente para quienes nos dedicamos a tantear y hacer cosquillas al espíritu de los tiempos, por ver si somos capaces de escribir algo que importe y emocione a nuestros contemporáneos. Historia de un matrimonio, su último pelotazo, es un pequeño milagro lleno de misericordia y de crueldad en partes solubles, pero también es un síntoma de que la sociedad donde vivimos no es como parece, que hay una corriente de fondo que el álgebra percibe mejor que el más fino de los filósofos.
De pronto, el mundo se ha hecho adulto.
Historia de un matrimonio está protagonizada por Adam Driver, que se hizo famoso en una serie que caracterizaba a una sociedad que no quería crecer. La coprotagonista, Scarlett Johanson, es tan grande que no cabe asociarla con nada que no sea ella misma, pero Driver viene de Girls, y como tal es un icono millennial: los que acamparon el 15M, los que se vieron condenados a una adolescencia perpetua por esa crisis que lo único que hizo indefinido fue lo precario. Sin trabajo digno, compartiendo piso a los cuarenta, fingiéndose empresarios-emprendedores en coworkings porque no pueden pagarse un despacho y sin hijos ni ningún atributo de lo adulto.
De pronto, en esa sociedad peterpanesca, Netflix triunfa con una historia sobre dos personajes que se enfrentan al momento más doloroso de sus vidas con un temple, una valentía y una dignidad propias tan solo de los adultos. ¿Qué ha pasado? ¿Qué sabe el algoritmo que no sepamos los demás? ¿Qué deseo oscuro y sublimado está halagando la película? ¿Quiere decir esto que tenemos remedio, que ya no leeremos más reportajes de padres sorprendidos por su propia paternidad? ¿Cancelarán First Dates? ¿Esto lo han causado las broncas de Greta? Ojalá.
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