El verano del miedo
Como todo lo primario, el miedo engancha. Quizá por eso la matanza de la familia Manson sigue nutriendo el imaginario popular con películas y series
Como todo lo primario, el miedo engancha. Quizá eso explique por qué medio siglo después, la matanza de la familia Manson sigue nutriendo el imaginario popular con películas, series, libros o artículos. Sin embargo, no es la única razón para intentar comprender por qué sigue vivo este inagotable suceso que el próximo 8 de agosto cumplirá 50 años: aquel baño de sangre acabó con el idílico letargo del verano del amor y brindó nuevas coartadas para un retroceso en la libertad de las costumbres.
Ya nadie volvió a dormir con las puertas abiertas. Charles Manson, ideólogo e instigador de los brutales crímenes que ocurrieron en la casa de la actriz Sharon Tate y, horas después, en el hogar del matrimonio LaBianca, murió en la cárcel en 2017 a los 83 años. Su locura permanece: el resentimiento y el odio al éxito, la obsesión con una casa, el azar y esa banda de chicas pecosas armadas hasta los dientes. Solo en lo audiovisual, la cosecha de este año ha sido abundante.
Movistar + estrenó los dos episodios de Manson, los archivos perdidos, realizados con las películas caseras que la familia rodó en su comuna del rancho Spahn, un poblado construido para el rodaje de películas en el que QuentinTarantino ha situado algunos momentos clave de su último filme, Érase una vez en Hollywood.
La segunda temporada de Mindhunter, la serie de Netflix sobre psicópatas creada por David Fincher, también se estrena este mes de agosto con Manson como uno de sus principales reclamos. Curiosamente, en la película de Tarantino y en la serie de Fincher es el mismo actor, el australiano Damon Herriman, quien da vida al mesiánico asesino. A estas alturas poco importa que se conozcan todos los detalles de la historia, la ola de pánico sigue rompiendo en nuestras costas.
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