Sam Heughan: “Es genial mostrar en ‘Outlander’ las raíces de Estados Unidos, una nación de inmigrantes”
La cuarta temporada de la serie llega a su ecuador
Outlander ha cambiado totalmente su vida. Aunque sigue viviendo en su Escocia natal, Sam Heughan (New Galloway, 38 años) ahora tiene que lidiar con frecuencia con las fans. Pero la peluca pelirroja que utiliza para convertirse en Jamie Fraser le ayuda a pasar algo desapercibido. “No está mal usarla. Me ayuda a convertirme en Jamie y me ha permitido hacer otros proyectos”, cuenta en una entrevista que tuvo lugar en marzo en uno de los decorados de los estudios en las afueras de Glasgow en los que se graba esta producción. “Es increíble cómo ha crecido la serie desde la primera temporada. Yo he aprendido un montón en este tiempo y me ha dado muchas oportunidades. Es genial estar con un personaje durante tanto tiempo, y un personaje que no es el mismo todo el tiempo. La serie cambia, cada episodio cambia y cada temporada cambia. Está siendo una gran experiencia de aprendizaje”, cuenta en una pausa del rodaje de la cuarta temporada, que emite Movistar Series los lunes.
En esta entrega, los erráticos pasos de Jamie Fraser, un guerrero del siglo XVIII, y Claire, una doctora del siglo XX, les han conducido a Carolina del Norte en la época de la América colonial. La pareja, ya madura, encuentra ahí una estabilidad que la convulsa Escocia les había negado. “Es la primera vez que vemos a Claire y Jamie actuando como una verdadera unidad familiar. Hasta ahora siempre ha habido mucho drama y siempre han estado intentando salvar a alguien o viajando a algún lado. Ahora pueden descansar, echar raíces y hablar entre ellos de verdad. Es bonito verles actuar como una familia”, cuenta el actor.
En diferentes momentos de la entrevista, Heughan comenta abiertamente acontecimientos que solo conocen, por ahora, los lectores de los libros de Diana Gabaldon en los que se basa esta serie. Porque, sin entrar en detalles, en esta temporada no todo será calma y tranquilidad para sus protagonistas y todavía queda por el camino bastante drama e incluso más viajes en el tiempo. La relación con los ingleses en territorio americano tampoco será fácil para el escocés Fraser, ni el trato con los nativos americanos, con los que los protagonistas están condenados a entenderse. “Es lo genial de América, que es una fusión de culturas. Nuestro vestuario es muy interesante en esta temporada, por ejemplo. Yo llevo la vestimenta que he estado usando en las temporadas pasadas, pero se suman cosas de la cultura nativa americana, hay mucho intercambio. Es genial mostrar las raíces de Estados Unidos, una nación de inmigrantes”, remarca.
Aunque Jamie Fraser ha pasado ya penalidades varias, sus momentos más duros —y más crudamente retratados en pantalla— tuvieron lugar en la primera temporada cuando fue objeto de abusos sexuales. “Él es un tipo de víctima diferente. Nuestra serie tiene mucha violencia y violaciones porque se usaban como arma en ese tiempo. Es un tema que está ahí, no hacemos la vista gorda”, cuenta el actor preguntado por lo poco habitual del retrato de los abusos contra un hombre. “Tenemos que ser muy cuidadosos con ello en la serie. Hablamos mucho con el director antes de ese tipo de escenas para hacerlo de la forma más cuidadosa posible”.
Aunque el peso de la historia de amor entre Jamie y Claire es fundamental en Outlander, las frecuentes escenas de acción obligan a los actores a entrenarse casi a diario. “Es una serie muy física, la gran mayoría de las escenas las grabo yo mismo y las condiciones a veces no son las mejores, hace frío, llueve… Es como una maratón”, dice Heughan. “Pero probablemente las escenas emocionales son las que suponen un mayor reto para mí. Y las más divertidas como actor. Para mí, lo más intrigante de Jamie Fraser es ver cómo llega a ese punto, cómo va adquiriendo inteligencia emocional y construye su personalidad”.
Heughan concede buena parte del éxito de esta producción, que ya ha sido renovada hasta la sexta temporada, a la potente base de fans que arrastra de las novelas de Gabaldon, cuya saga Outlander cuenta con más de 20 millones de ejemplares vendidos. “Ellos son la razón de ser de la serie”, destaca el actor. La dedicación de sus seguidores es tal que, a pesar de que el equipo trata de mantener en secreto las localizaciones en las que ruedan, en ocasiones consiguen colarse en los rodajes en exteriores. “Este año especialmente hemos notado más gente aún que aparece de repente en el set”, ríe el actor. Además de los seguidores heredados de los libros, Heughan destaca características de la propia serie que explican su buena acogida: “está la historia de amor a través del tiempo y el hecho de que sea un viaje, no es lo mismo todo el rato. Y quizá también la intriga de conocer la historia y cómo todo eso les va a afectar. Además de que hay mucha diversión”, remata.
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