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Igor Levit recita al piano

El pianista alemán de origen ruso Igor Levit entrega una cruda reflexión en torno a la vida, el amor y la muerte

Portada de 'Igor Levit, Life'.
Portada de 'Igor Levit, Life'.

Como Miguel Hernández a Ramón Sijé, Igor Levit ha dedicado una elegía a la prematura muerte de Hannes Malte Mahler. El joven pianista alemán de origen ruso (Nizhni Nóvgorod, 31 años) firma unos sentidos versos en el libreto de este nuevo lanzamiento de Sony Classical. Pero la verdadera elegía está en el contenido de este doble CD, el cuarto tras las últimas sonatas de Beethoven (2013), las partitas de Bach (2014) y ese triple set de variaciones, de 2015: Goldberg (Bach), Diabelli (Beethoven) y El pueblo unido jamás será vencido (Rzewski). Tres años después, Levit se supera con otra grabación fascinante, confeccionada con un repertorio menos trillado y cuya escucha es una verdadera experiencia. “Es el programa más personal que he tocado nunca”, admitía el pianista a Babelia por teléfono, al tiempo que subrayaba la triple temática del disco: vida, amor y muerte, un programa idéntico a la referida elegía del poeta alicantino.

El principal compositor de este disco es Ferruccio Busoni. “Una especie de héroe para mí, como compositor, pianista y pensador”, afirma Levit, que reconoce la influencia de su famoso esbozo estético de 1907: “Creo que toda la música es libre y nadie tiene su monopolio, ni el compositor, ni el intérprete, ni el público”. Un arte que llega directamente al corazón sin necesidad de representación o descripciones. Levit lo demuestra con Busoni, ya fantaseando sobre temas de Bach en recuerdo de su padre o a través de su Berceuse bitonal a la muerte de la madre. Pero también con una transcripción de Brahms de la chacona bachiana para la mano izquierda, dos arreglos wagnerianos de Liszt y las Variaciones fantasmales de Schumann. Se atreve incluso con el arreglo de Busoni de la descollante fantasía y fuga organística meyerbeeriana de Liszt y termina con una improvisación de Bill Evans, “una dosis de paz tras la oscuridad”. Pero la pieza central del disco es A Mensch, de Rzewski. “Es la principal relación con mi amigo Hannes”, confiesa Levit, que rellena el pasaje improvisado de la obra recitando al piano ese famoso verso que dice: “Siento más tu muerte que mi vida”.

Igor Levit. Igor Levit, Life. Sony Classical.

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