‘Estoy vivo’, cuando todo encaja
Qué gusto cuando una serie se atreve a innovar y todo suma, todo está en su lugar
La primera temporada de Estoy vivo, la serie de La 1, fue un soplo de aire fresco el año pasado. Sorprendía una mezcla de géneros que, de primeras, desubicaba un poco, sin saber si estabas ante una comedia, un policíaco, una historia sobrenatural o un drama familiar. Al final resultaba que Estoy vivo era la suma de todo lo anterior, no una sola cosa. Precisamente esa mezcla de elementos fue su punto fuerte, además de personajes a los que era fácil tomar cariño, buenos actores que encajan perfectamente con sus roles, un guion firme y una buena ejecución que incluía una fotografía y unos efectos especiales muy cuidados. Esa segunda oportunidad que se le daba a Márquez, el protagonista de la historia, y ese constante descubrir de la vida del Enlace jugaban además con un factor importantísimo: las emociones.
Y, cuando el espectador ya conoce a los personajes y sus relaciones, llega la segunda temporada y pone todos del revés con un salto temporal que cambia la situación para todos. Reorganiza en tu cabeza todo lo que sabías porque ahora la cosa es diferente. Márquez y el Enlace han estado fuera de la Tierra más tiempo del que pensaban, pero aquí abajo las cosas han seguido su ritmo. A su regreso se encuentran todo patas arriba, y vuelta a empezar.
La segunda temporada es un reto para toda serie: es fácil sorprender con la primera entrega, pero luego a ver qué haces para mantenerte arriba... Afortunadamente, Estoy vivo ha regresado recuperando lo que mejor se le da, esa combinación de elementos metidos en una coctelera donde todo aporta algo para llegar a tener una buena serie, emotiva, inteligente, interesante, que cuela chistes y referencias bien encajados y, además, la mar de entretenida. A todo lo que ya estaba presente se suma ahora un toque de terror que le va muy bien con la misteriosa visita de una niña cuyas intenciones todavía no conocen los protagonistas.
Qué gusto cuando una serie se atreve a innovar y todo encaja, todo suma, todo está en su lugar. Qué bien ha vuelto Estoy vivo.
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