Luz, cuerpo denso
Algirdas Seskus ofrece una relectura crítica de los retratos que realizó como cámara de televisión durante la dictadura soviética

Cada una de las exposiciones de la galería PM8 aspira a ampliar perspectivas de acción, investigando distintas posibilidades alrededor del sujeto, siempre desde la sensación de proyecto que enlaza compromiso, territorio y tiempo. Las fotografías que ahora muestra de Algirdas Seskus (Vilnius, 1945) reivindican el cuerpo como material, para activar este lugar expositivo, eje de emociones, comportamientos y memorias.
Green light of green grass es la primera exposición de Seskus en una galería tras su participación en Documenta14. Un proyecto conectado con el que PM8 presentará este mes en Frieze New York. El denominador común en ambas propuestas es la relectura del archivo fotográfico que el autor desarrolla entre 1975 y 1985, al comienzo de su oficio como camarógrafo en el único canal de televisión en la Lituania soviética. Una gramática visual, dictada de forma entrecortada, que dificulta distinguir entre fotografía e imagen cinematográfica. Dicha ambigüedad se instala en la iconografía de estos retratos de vidas y objetos en blanco y negro, cuyo pequeño tamaño se subraya en la galería de forma secuenciada y cubierta con un cristal superpuesto directamente sobre la pared. Cada escena se percibe como estrategia ideada para lograr sacudir el espeso orden de la dictadura soviética en esos años, a través de la invocación subversiva de la mirada, introduciendo un tiempo crítico, una pantalla dentro de otra, simultaneando una realidad alternativa, indeterminada, introspectiva y múltiple, contraria al realismo socialista vigente en esos años como arte oficial, calculado e irreflexivo.
Describir nunca es bastante. En las obras de Seskus emerge una trama inconsciente, que el artista alienta. Observa el espacio, limita e incluye su propio deseo, mínimo, corporal, directo. Piel y luz. Luz que revela un espacio, un cuerpo; volúmenes telúricos que subrayan la poética lumínica, blanca y cerrada, capaz de confiscar el tiempo y el lugar desde lo político, como confrontación entre lo individual y lo colectivo, lo privado y lo público. Una pared, un televisor, una puerta; la oscuridad, la pantalla, la mirada; todo coexiste en una melodía que suena irremediablemente autobiográfica.
Algirdas Seskus. Green light of green grass. Galería PM8. Vigo. Hasta el 29 de junio.
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