Blitzen Trapper: La mejor banda ‘desconocida’ de la Americana
Sus canciones se saborean como obras elaboradas con mimo, artesanales en su propósito interior de huir de lo artificioso
Carretera y manta. Toda una filosofía de vida, todo un anhelo que perseguir, todo un deseo en la existencia de tantas personas. Carretera y manta. A eso suenan las mejores canciones de Blitzen Trapper, tal vez la mejor banda desconocida de la música norteamericana actual.
Un grupo que debutó hace una década y cuenta con nueve álbumes en su discografía, el último publicado en noviembre de 2017 y que supone otra garantía de calidad. Wild and Reckless se muestra como una película en blanco y negro de un Estados Unidos de sueños oxidados y promesas rotas. Más sombrío que el resto de su discografía, Wild and Reckless tiene un aire documental, repleto de historias cotidianas al más puro estilo Nebraska de Bruce Springsteen, aunque Eric Earley, líder y compositor del grupo, prefiera referirse a los paisajes emocionales que antes compusieron Bob Dylan o Neil Young.
Earley está al habla por teléfono para este periódico. Reconoce que su último disco se adentra en el imaginario de una América fantasmagórica, herida por una crisis económica y moral que transformó al país hasta llevarlo a elegir de presidente a Donald Trump. “La América que conocí con 20 años no tiene nada que ver con la América de ahora. Es un viaje al corazón de un país que ya lleno de energía pero también de cambios. Un viaje a un país que puede ser difícil de entender hasta para sus propios habitantes”.
Earley dice que todo el tiempo como miembro de Blitzen Trapper le ha permitido viajar a lo largo y ancho de Estados Unidos y eso le ha servido para “capturar” sensaciones en sus discos, pero, sobre todo, “construir historias”. “Cuando digo que es difícil es porque Estados Unidos es un país complejo. Tiene una psicología tan compleja que, en el fondo, tiene muchas psicologías como nación de varias naciones. Un tipo del Oeste no puede comprender muchas veces lo que siente o piensa un tipo del cinturón industrial o del sur o del norte”, explica.
Blitzen Trapper son como un abanico de sonidos de raíces americanas desde que debutaron con un pequeño gran tratado de eso que en su país de origen se llama americana. Se habían acercado al glam y la psicodelia en trabajos tan interesantes como Destroyer Of The Void y se bañaron en el rock clásico con acento de soul blanco en bañan en notables discos como American Goldwing. En su última obra en estudio, All Across This Land, incluso se arrimaban al poderío de horizontes melódicos de Big Star.
Despuntan como una referencia dentro de un género fabulosamente superpoblado desde que en los noventa Wilco, The Jayhawks, Whiskeytown o The Bottle Rockets rastrearan senderos del country y el folk desde un espíritu predominantemente rock. El siglo XXI ha visto surgir y consolidarse a formaciones sobresalientes como The Avett Brothers, Band of Horses, My Morning Jacket, Dawes, Dr. Dog, The Felice Brothers o Deer Tick. Tal vez, Blitzen Trapper sean la menos difundida, la que brilla con luz propia en una trastienda, fuera del foco de los medios y del público menos cultivado.
Robin Pecknold, líder de Fleet Foxes, calificó de “supergenio” a Eric Earley, verdadero cabeza pensante de Blitzen Trapper. Razón no le falta. Sus canciones se saborean como obras elaboradas con mimo, artesanales en su propósito interior de huir de lo artificioso. Conviene conocer a Blitzen Trapper, más ahora que están de gira por España con conciertos en Barcelona (La Nau, 29 de abril), Valencia (Loco Club, 30 de abril) y Madrid (El Sol, 1 de mayo). Y disfrutad como si la carretera nos estuviese esperando para empaparnos de vida.
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