Incompetencia

Hay diversos baremos para medir el grado de actividad de sus señorías congresistas y uno de ellos es el de comprobar su incompetencia para elegir la nueva cúpula de RTVE. En ese sentido, la incompentica es espléndida. Hace cinco meses que sus señorías reformaron la ley que permitiría recuperar la independencia del ente fijándose, además, un plazo razonable para llevarla a la práctica. Se trataba de que el ente dejara de ser una descarada secuela de Génova 13, que fue en lo que se convirtió desde que el PP obtuvo mayoría absoluta y modificó el sistema en vigor. Bastaba con mayoría simple en lugar de los dos tercios de los parlamentarios.

Cinco años después, y ya sin mayoría absoluta de ningún partido, se modificó la ley. Y aquí no cabe más remedio que reconocer el carácter profético de Lampedusa: "Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”.

Hace más de un mes que finalizó el plazo que se habían dado los parlamentarios y todo sigue igual. Que si concurso público, que si un nuevo sistema de votación que exige contar con la mitad de los grupos de la Cámara o volver a la ley de 2012, que si lo decidan las Mesas del Congreso y del Senado, mejor que lo decidan los grupos parlamentarios... , todo menos resolver el problema de una televisión pública que cuenta con un presidente capaz de presentar el día de los enamorados un nuevo programa, Hora Cervantes, para difundir el castellano alegando que: "Es una lengua maravillosa que un políglota como fue nuestro emperador Carlos, que hablaba muy bien el alemán, el francés y tal, pero decía que el español lo tenía que utilizar para hablar con Dios, lo cual nos da una idea de lo que estamos haciendo". Señalar, si acaso, que debe de ser un Dios after hours porque el programa se emitirá los jueves a las 00.00 horas en el canal 24 horas.