‘Vergüenza’: Otra tele es posible
Quizá 'Vergüenza' no vaya a suponer una revolución en la televisión nacional, pero sí está clara la declaración de intenciones de Movistar +
Es fácil que uno mismo se sorprenda tapándose la cara con las manos mientras ve Vergüenza. La comedia, cuya primera temporada al completo ya está disponible en Movistar +, juega precisamente con eso. Jesús y Nuria, la pareja protagonista, son expertos en generar vergüenza ajena, unas veces sin querer pero otras parecen buscarlo. Sobre todo en el caso de Jesús, que es incapaz de ver que eso que va a decir o hacer es totalmente bochornoso.
Vergüenza es una serie que no podría haber existido en otro lugar más que en el pago. Sus capítulos de algo menos de 30 minutos son incompatibles con la parrilla actual de la televisión en abierto tal como la entienden sus directivos. Afortunadamente, ahora hay otras opciones para acoger formatos como este. E historias como esta, con un humor tan incómodo y bestia que obliga a buscar referentes más en el exterior (creaciones de Ricky Gervais como The Office o Extras, el humor particular de Larry David...) que en España, aunque sí hay que recordar que ¿Qué fue de Jorge Sanz? o incluso El fin de la comedia ya han indagado en ese humor doloroso. Casualidad o no, ambas se han producido en la televisión de pago.
La tentación es ver la creación de Juan Cavestany y Álvaro Fernández Armero del tirón. Pero ahí puede llegar la indigestión. Sobre todo en el segundo tramo de la serie, el tono se vuelve más dramático. La risa se va congelando con el patetismo en el que ahonda. Incluso puede parecer que todo es demasiado extremo y que se pasa de rosca en algunos momentos.
En cualquier caso, se atragante o no, se agradece mucho poder ver algo diferente a lo que estamos acostumbrados, algo con otro sabor, otro tono. Y todavía se agradece más poder disfrutar de Javier Gutiérrez, ese hombre omnipresente en la tele y el cine. Consigue incluso hacer entrañable a este summum del cuñadismo hispano que es Jesús.
Quizá Vergüenza no vaya a suponer una revolución en la televisión nacional (o sí, quién sabe). Pero la declaración de intenciones de Movistar + se escucha alta y clara: otra tele es posible. Una en la que haya hueco para un éxito comercial como asegura la compañía que ha sido Velvet colección (otra cuestión diferente es el resultado cualitativo, de eso hablaremos otro día...) y también para historias de autor y más arriesgadas como La zona o Vergüenza.
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