Las reglas

"Las normas están ahí para respetarse y a ello apelamos". Podría ser una declaración institucional frente a la rebeldía de la Generalitat, pero no, se trataba de las razones alegadas por Gordon Ramsay, el chef británico (14 estrellas Michelín en sus restaurantes) y presentador de MasterChef Estados Unidos (Cosmo), para expulsar a una de las concursantes que había presentado tres segundos tarde el plato correspondiente. No se trataba de un jurado inflexible. Era más sencillo: hay unas reglas conocidas y aceptadas que han de cumplirse. A veces, la sociedad civil tiene las ideas mucho más claras que sus representantes políticos.

La ventaja, o una de ellas, de contemplar los numerosos MasterChef (Italia, España, Estados Unidos o Canadá) que se emiten es la de comprobar que no se habla de Cataluña, tierra por otra parte con una gastronomía espléndida. Es un concurso de habilidad entre quienes aspiran a perfeccionar un oficio con el plus añadido de que no pertenecen a esa peculiar subespecie de "famosos de la prensa rosa" o aspirantes a la misma.

Cierto es que el éxito de audiencia ha estimulado la aparición, al menos en España, de los MasterChef Junior y Celebrity, pero es más una consecuencia del ansia de exprimir el porcentaje de espectadores que de la imaginación de sus productores. En el caso de TVE, que posee la franquicia del programa ideado por Franc Roddam en 1990 en el Reino Unido, le sirve no solo para mejorar su deteriorada media de audiencia, sino también para tratar de lavar la imagen de los responsables de sus servicios informativos. La cadena pública ni informa ni forma, pero, a veces, entretiene. Es el clavo ardiendo al que se agarran para contrarrestar comunicados como el de los profesionales de San Cugat: "Los trabajadores de TVE-Catalunya rechazamos de forma rotunda el tratamiento informativo del 1-O en TVE. Tanto en los Telediarios como en las tertulias de La 1 y del canal 24H".