Francisco Coll: “Dylan no se merecería un Nobel de música”

Francisco Coll (Valencia, 1985) tiene solo 31 años, pero sus composiciones las han interpretado ya importantes formaciones: Sinfónica de Londres, Filarmónica de Los Ángeles, London Sinfonietta, Orquesta Nacional de España… Este lunes estrena Cantos, obra de encargo de la Semana de Música Religiosa de Cuenca.

¿Qué o quién le llevó a ser compositor?

¡Quién sabe! Supongo que será una mezcla de curiosidad, creatividad, ensimismamiento y esfuerzo.

¿Qué pieza musical le ha sorprendido últimamente?

Estoy entusiasmado con la producción que la Royal Opera House de Londres hizo recientemente de la ópera satírica La nariz, de Shostakóvich.

¿Algún tipo de música que no le guste?

La música que está mal hecha suele producirme dolor estomacal, y por lo tanto suelo evitarla en lo posible.

¿Qué obra ajena le habría gustado componer?

En realidad serían muchas. Por citar algunas de ellas, el Stabat Mater de Pergolesi, Große Fuge de Beethoven, la Quinta Sinfonía de Sibelius, The Unanswered Question de Ives, Concierto de Violín de Ligeti, Asyla de Thomas Adès, etc.

Le han encargado una pieza de música religiosa. ¿Hay que creer en algún dios para componer una obra de este género?

Para componer música, lo más importante es creer en la música. Al recibir este tipo de encargo he compuesto algo que seguramente nunca habría compuesto de otro modo. Por lo tanto me he enriquecido de la experiencia y estoy agradecido por ello.

-¿Qué significa la música religiosa en un siglo tan laicista como el XXI?

Para mí, mucho, ya que me aproximo a ella desde un punto de vista estético. Si un laicista no escucha la Pasión según San Mateo de Bach, simplemente está empobreciendo su vida.

¿Son algunos instrumentos más propicios que otros para trasladarnos al éxtasis místico? Pensemos, por ejemplo, en un órgano...

Al tratarse de instrumentos que tradicionalmente se han utilizado en obras místicas, tal vez los relacionamos y nos parezcan más propicios.

¿Qué canción escogería como autorretrato?

Bueno, al tratarse de un autorretrato escogería una de mis obras.

Si no fuera músico, ¿qué le gustaría ser?

Tal vez pintor.

¿Cuál es su película favorita?

No tengo película favorita.

¿Qué está socialmente sobrevalorado?

Sin duda, los políticos.

¿Qué encargo no aceptaría jamás?

Nunca digo de este agua no beberé

¿Qué músico (aparte de Dylan) se merecería un Nobel?

Dylan no se lo merecería. Yo se lo hubiera dado a Bartók, Stravinsky, Ligeti, o a Thomas Adès.