El antihéroe americano
Adam Haslett retrata a la familia de clase media de EE UU en 'Imagina que no estoy', novela falta de empuje
Adam Haslett consiguió un amplio reconocimiento con la publicación de su primer libro, una colección de relatos editada bajo el título Aquí no eres un extraño, publicado en España por Salamandra en 2004. La novela que hoy comentamos es la segunda suya. Cuenta la historia de una familia anglonorteamericana formada por Margaret, una mujer templada, sensata, analítica, que decide contraer matrimonio con John por amor, a sabiendas de la inestabilidad psíquica de éste. Tienen tres hijos: Michael, que hereda la inestabilidad mental del padre; Celia, una socióloga que mantiene la cabeza sobre los hombros y una relación sentimental con Paul, y que, en cierto modo, viene a ser la parte más fuerte de la familia junto con la madre; y Alec, un periodista brillante, que descubre su homosexualidad siendo muy joven y que encuentra una estabilidad de pareja con Seth. Es una familia con problemas, tanto individuales como colectivos. Los caracteres están muy bien creados; los lazos de familia son convincentes y generan, como en todas las familias, un conflicto de sentimientos entre sí y, principalmente, en torno a la situación de Michael. John, el padre, es un hombre depresivo que acaba por perder su trabajo y dejarse vencer.
Margaret debe seguir adelante con los tres hijos; es una mujer fuerte que, igual que aceptó casarse con John con todas sus consecuencias, enfrenta la vida con fuerza y cordura. Es el personaje más firme de toda la novela, a la que el transcurso del tiempo va alejando de los hijos. Poco a poco va desapareciendo discretamente de la vida de los hijos por más que su presencia nunca se disipe, pues en sus reapariciones (la novela se divide en capítulos correspondientes a los cuatro personajes centrales) su valor de referencia en la vida de todos está magistralmente dispuesto con una discreta eficiencia. El peso de la historia recae en Michael como personaje más débil, más desamparado, al que sus dos hermanos apoyan, en especial Alec, que en el último tercio de la novela hace un emocionante esfuerzo por sacar adelante a un hermano medicado hasta el límite de su resistencia.
En realidad, esta novela es el retrato de una familia americana de clase media; de unos personajes que son auténticos antihéroes que tratan de mantener sus lazos emocionales y sentimentales, y que, tras la tragedia de un padre que se deja morir, luchan, cada uno a su manera, por reconocerse y ayudar al hermano que hereda la enfermedad mental del padre, al tiempo que el autor nos muestra su propia lucha por encontrar un lugar en el mundo. Como tal retrato de familia, es realista e incluso diría que pertenece a un realismo de tipo costumbrista, de mayor vuelo, sin duda, que el del género costumbrista, pero sin acabar de despegar hacia la fortaleza de un drama verdaderamente novedoso. Hay algo de “ya visto” o “ya leído” en este relato que le quita presión, aun siendo Haslett un autor de una excelente escritura descriptiva y una notable perspicacia para mostrar al detalle a sus personajes. Sus conflictos aparecen un tanto desarticulados, como si no acabaran de tensar el relato, como si les faltara el empuje enérgico de un texto complejo, completo y autosuficiente.
En buena parte de la novela norteamericana de hoy, siempre vigorosa, empieza a apreciarse el cansancio y la repetitividad del realismo, del mismo modo que acabó ocurriendo con las experiencias posmodernas. Si esto es un síntoma o un simple desmayo creativo, habrá que esperar a verlo.
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Autor: Adam Haslett. Traducción de Ismael Attrache.
Editorial: Alianza de Novelas (2017).
Formato: versión Kindle y tapa blanda (416 páginas).
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