‘Into the Badlands’: Un futuro de páramos y kung fu
AMC estrena la segunda temporada de la serie de Daniel Wu, más larga y ambiciosa
“Into the Badlands es una especie de cóctel explosivo que mezcla Mad Max con los western de Sergio Leone y las mejores peleas de kung fu que puedas imaginar”. El director Paco Cabezas acaba de terminar otra jornada más de rodaje en unos estudios a las afueras de Dublín (Irlanda) de la serie ambientada en un mundo violento y posapocalíptico de AMC. Es el momento de descansar y preparar el plan de rodaje del día siguiente, pero la posibilidad de hablar durante un rato en español con periodistas es mejor que volver a casa en una fría noche de noviembre. “Creo que está ofreciendo algo que ningún otro show ofrece, no hay ninguna serie que tenga este nivel de acción. Si yo tuviera ahora 16, 17, 18 años estaría deseando verla”, cuenta.
El cineasta español dirige cuatro de los 10 episodios de la segunda entrega de Into the Badlands (los jueves a las 22.10 en AMC), incluido el final de temporada. La ficción, protagonizada por Daniel Wu (que también ejerce de productor), Aramis Knight, Ally Ioannides y Emily Beecham, cuenta con una nueva gran incorporación, el cómico británico Nick Frost. En el mundo retratado en la serie, con una estética muy steampunk, se ha instaurado un orden feudal en una zona conocida como Badlands (páramos baldíos sería la traducción al castellano). Allí siete barones gobiernan durante una época futura donde no hay armas de fuego y las artes marciales están a la orden del día.
“Tenemos nuestro propio estilo. Lo que más me gusta de la serie es que no está basada en nada. Muchas ficciones actuales son como remakes, o están basadas en libros o son un spin-off de un spin-off. Into the Badlands está inspirada en Viaje al Oeste [obra clásica china del siglo XVI], pero a nuestro estilo. Eso nos da poder para hacer cualquier cosa y ser creativos”, dice Ally Ioannides durante una pausa del rodaje. La actriz, que interpreta a la joven Tilda, está sentada junto a su compañero Aramis Knight (su personaje, M.K., tiene un misterioso poder que no entiende y que debe dominar) en el piso de arriba de un autobús que ha sido reacondicionado para ser la cantina del equipo de rodaje. Ambos atienden a un pequeño grupo de periodistas invitados por AMC al rodaje de la serie en Dublín.
La visita incluye paseos por los talleres de vestuario —cada casa noble tiene su color y tonos— y utilería —con cientos de armas y la reconstrucción de un caballo muerto y abierto por la tripa del que no se puede contar más— y algunos de los escenarios clave de la segunda temporada, como el interior de un almacén de un muelle, la escalera de entrada de una mansión o una espectacular estación de tren abandonada. Pero la cadena pide que algunos de los decorados no se describan, así como ciertos momentos de diálogo o de la acción para evitar spoilers y no estropear posibles momentos impactantes de la historia. Por ejemplo, la escena que graba Cabezas ese día, que incluye a Frost y otro personaje del que no se puede hablar.
La producción de la serie cambió de las plantaciones de Luisiana, en el sur de EE UU, con sus árboles llenos de musgo español, al verde irlandés, más húmedo y frondoso. Se verán tierras más allá de las Badlands y nuevas situaciones. “Esta temporada es más profunda y más grande. La primera hizo un gran trabajo situando a todos los personajes, pero ahora se puede ver de verdad qué van a hacer. El mundo se ensancha inmensamente, que es una de mis cosas favoritas de este año”, dice Ioannides durante la conversación. “La primera temporada era más naranja, con todo el sudor y la humedad de Nueva Orleans y ahora tenemos más tonos grises y azules, que sirven bien al tipo de oscuridad que la serie tiene”, añade Knight. La aportación cómica de Nick Frost era algo de lo que la serie adolecía, según Knight. “Da a la serie una luz que necesitaba. Una de mis críticas de la primera temporada es que algunas veces parecía demasiado espesa. Cuando las cosas se ensombrecen, tienes que reírte de ello. Creo que eso es lo que aporta Nick. No solo porque sea muy gracioso, sino también por la química que hemos desarrollado”.
Cabezas viene de estar tras las cámaras de otras series internacionales como Dirk Gently o Penny Dreadful y este año participará en Fear The Walking Dead, está grabando The Strain y tiene en cartera un gran proyecto más personal que todavía no puede confirmar. “Me estoy dando cuenta de que estoy pillando callo como director, llevo seis meses rodando [la entrevista se hizo en noviembre del año pasado], contando también Dirk Gently. La cantidad de experiencia que estoy teniendo ahora como director es maravillosa para poder volver a España y aplicarlo en algo mío o en otra cosa”, cuenta Cabezas en su oficina de Irlanda. "Ahora mismo cada vez respeto más la idea del oficio de director. Para mí la palabra artista es una gilipollez, no existe. No sé qué es el arte, no sé qué es el cine de autor, yo respeto el género. Pero el oficio es algo tan bonito, como un alfarero, alguien que hace algo con sus manos. Cada vez estoy cogiendo más oficio, cada vez se hacer mejor y cada día aprendo. Ahora por ejemplo con esta gente de Hong Kong [Master Deedee y su equipo]. Un trabajo en el que aprendes y en el que aportas es un gustazo”, sentencia el director.
Artes narrativas
El mayor reclamo de Into the Badlands es su acción. "Es kung fu, jiujitsu, kárate, todo tipo de artes marciales. Este tipo de coreografías con cables, con saltos increíbles, es divertido. De vez en cuando llegas a una localización y dices y si aquí colocamos tal elemento y la coreografía así o así. Es interesante también cómo con los elementos narrativos puedes hacer peleas de kung fu", comenta el director Paco Cabezas.
AMC ha contratado para coordinar y dirigir las peleas al maestro Dee Dee, coreógrafo y doble de acción de Jet Li y de películas como Érase una vez en China II, Arma letal 4 o El reino prohibido. "Trabajar con DeeDee y observar su proceso de trabajo es increíble. Es diferente a cualquier otro que he visto en directores", comenta Knight. Los actores tuvieron un campamento de seis semanas de entrenamiento para aprender y practicar artes marciales. "Comenzamos con un entrenamiento básico de estiramientos y patadas básicas y luego pasamos a cosas más específicas para la serie", explica el joven actor.
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