‘Mamá contra corriente’, luchando en la jungla neoyorquina
Cosmo estrena la comedia protagonizada por Jill Kargman y ambientada en el Nueva York más exclusivo
Les encanta organizar eventos benéficos, cotillear y hacerse la manicura. Quieren robar esa niñera perfecta que ha contratado su amiga. Y son rubias. Son las madres que habitan el exclusivo barrio neoyorquino del Upper East Side. Jill Weber, en cambio, se siente como pez fuera del agua en ese ambiente. La corrección política no va con ella. La forma de educar a sus hijos es muy diferente de la del resto de madres con las que se relaciona. Y es morena. Es la protagonista de Mamá contra corriente, la serie que estrena COSMO este jueves (22.00) con doble capítulo.
Jill Kargman es la protagonista de esta comedia basada en la novela Momzillas, de la que también es autora. "La historia nació cuando yo tenía 28 años y acababa de ser madre", cuenta Kargman a EL PAÍS en conversación telefónica. "Ahora tengo 42 años y no me importa nada lo que la gente piense de mí como madre, toda la presión a la que estás sometida. Más bien me divierte", describe Kargman.
Habla desde la experiencia porque la protagonista de esta historia es una versión satírica de ella misma, y el mundo que refleja, el que ella frecuenta cada día. Hija de Arie L. Kopelman, expresidente de Chanel, estudió en la Universidad de Yale y vive con su marido y sus tres hijos en el mismo Upper East Side que es objeto de su sátira. "Según lo veo, no es que me esté burlando de nadie ni de nada, es más mi forma de ver el mundo. A mis amigos les encanta porque no es algo serio. Me encanta la cultura de Nueva York, amo la ciudad y mi barrio, solo creo que alguna gente está un poco por encima de eso. No es en realidad un ataque a nadie ni nada, son mis propias experiencias", se justifica. De hecho, en su barrio han recibido tanto el libro como la serie con sentido del humor. "La gente me dice 'oh, parece que estés escribiendo sobre mi vida, me encanta'. Y a veces me encuentro con chicas rubias con ojos azules que me dicen que se sienten como yo, porque en realidad es una historia sobre cómo te sientes", dice Kargman.
Aunque la serie ofrezca una mirada divertida, en el fondo subyace una fuerte crítica a todo un estilo de vida. "Muchas de esas mujeres tienen desórdenes alimenticios y están obsesionadas con el aspecto que tienen. Hay una obsesión importante también con el dinero", describe la escritora y ahora actriz, que defiende que lo importante para sobrevivir en esta jungla neoyorquina es "que no te importe nada lo que los demás piensen de ti y centrarte en ti mismo, tus decisiones, tu familia, no prestar atención a lo que hacen los demás".
La vida de Jill Kargman cambió cuando con 34 años fue diagnosticada de cáncer de piel. "Me di cuenta de que tenía que volcarme más en todo lo que hacía, tenía que echar agallas a la vida, porque es algo muy frágil. Ahora ya es como, ok, tengo 42 años y que les den, voy a seguir adelante cada día. Tras la operación todo empezó a ir bien para mí, pero fue un recordatorio de que tienes que poner todo en todo lo que hagas".
Aunque Mamá contra corriente, de la que ya se han emitido dos temporadas en Estados Unidos y que está renovada por una tercera entrega, esté ambientada en el exclusivo barrio del Upper East Side, Kargman sostiene que las madres de la serie no son una raza autóctona neoyorquina. "Están en todas partes. Conozco gente de Nebraska que votó por Donald Trump, gente con la que pensaba que nunca tendría nada en común, y que viven en un mundo parecido", dice la autora. De hecho, Kargman señala un detalle para mostrar la universalidad del mundo que retrata: "por lo visto, la jaquesa de Catar ve la serie", comenta entre risas.
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