‘Taboo’, los rincones más oscuros de la Inglaterra del XIX
Tom Hardy es en esta miniserie un aventurero dado por muerto en África que reaparece en Londres con sed de venganza
Compartiendo la misma pantalla de la BBC que el Sherlock de Benedict Cumberbatch, el británico Tom Hardy es otra de las estrellas de Hollywood que desemboca en la nueva temporada televisiva de la mano de un aventurero de principios del siglo XIX y sus avatares hasta crear un gran imperio naval. El versátil actor ha tomado las riendas completas de la serie Taboo —que se estrena hoy al unísono en el Reino Unido y España (en HBO)—, en la que ejerce no sólo de productor y protagonista, sino también de inspirador de una historia escrita por su padre, Edward Chips Hardy.
Aunque se trate de un drama de época, Hardy junior ya ha advertido que esta producción de ocho capítulos puede no ser del gusto de los seguidores de series al estilo de Downton Abbey, por lo oscuro de la historia y la escasa empatía que en principio genera su violento personaje principal. James Keziah Delaney, dado por muerto tras su viaje a los confines del mundo, regresa al Londres georgiano a raíz de la muerte de su padre y con un puñado de diamantes en el bolsillo. Es un hombre completamente cambiado por su experiencia de diez años en África, que no reparará en medios para levantar el negocio familiar legado por el progenitor y sobre todo para saciar su sed de venganza.
El tráiler de Taboo muestra a Hardy en pose de guerrero, el torso desnudo y cubierto de tatuajes, en el avance de una propuesta tildada de tan “explosiva y desquiciada” como su aterrador protagonista. Si la premisa parece arriesgada para el horario estelar nocturno de los sábados de la BBC —una inserción atípica en esa franja de la radiotelevisión pública—, no lo es en cambio la elección de un actor muy valorado en las islas británicas y también al otro lado del Atlántico, donde el año pasado recibió una candidatura al Oscar como mejor actor de reparto por su papel en El renacido.
Entre sus crecientes incursiones en las megaproducciones estadounidenses destacan taquillazos como la última entrega de Mad Max o El caballero oscuro de la serie de Batman, auque nunca ha dejado de regresar al cine de su tierra. Precisamente fue dirigido en uno de sus roles más celebrados de los últimos tiempos (el conductor del filme Locke, todo contención a punto de estallar) por el británico Steven Knight, que ahora ha coescrito y adaptado Taboo junto a su amigo y habitual colaborador Chips Hardy. Knight también es el creador de otro drama histórico de la BBC, Peaky Blinders, en cuyo reparto ha aparecido Tom Hardy de forma intermitente.
El regreso del actor a la pequeña pantalla surgió de una idea que le rondaba hace años y que finalmente pusieron en solfa Knight y su progenitor, veteranos del medio. La premisa, tal como la ha expuesto Tom Hardy, recoge la tremenda ambición proyectada en Taboo: Después de ponerse en la piel del (violento criminal) Bill Sykes de Oliver Twist, hace diez años, “me dije que quería volver a interpretar a Sykes pero como protagonista, y a Sherlock Holmes, a Hannibal Lecter, a Heathcliff (Cumbres Borrascosas) o al Marlow de El corazón de las tinieblas…todos esos personajes clásicos en uno sólo”.
Le acompañarán en ese reto dos actores de Juego de tronos, Jonathan Pryce, la española Oona Chaplin, la alemana Franca Potente y el americano Michael Kelly, junto al pujante intérprete inglés Stephen Graham que ha brindado a la prensa su particular veredicto sobre la nueva serie de época: “¡Es el antídoto de Downton Abbey! No hay ni lores ni sirvientes que preparen el té”.
Con el sello de Ridley Scott
Ambiciosa, violenta y con un importante presupuesto, la serie Taboo ha conseguido enrolar a un nombre de peso como Ridley Scott en calidad de productor ejecutivo. El director de Blade Runner, Alien (El octavo pasajero) o Gladiator vaticina que el personaje de James Delaney, un aventurero que se enfrenta a la poderosa Compañía de las Islas Orientales, "va a convertirse en icónico". A sir Ridley le atrapó ese guion, ambientado en 1813, que según su autor (Steven Knight) versa sobre "un periodo de la historia británica donde el creciente poder el imperio se filtró por cada uno de sus rincones oscuros" y en el que aquel conglomerado comercial encarnó "la mayor y mas nociva corporación multinacional de la tierra".
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