‘Shadowhunters’ vuelve a cazar vampiros

Mucho ha madurado Clary Fray desde el día de su 18º cumpleaños en el que descubrió que era una cazadora de sombras, mitad humana y mitad ángel, con la misión de luchar contra todo tipo de demonios. Tras una temporada aprendiendo a ubicarse en un mundo poblado por hadas, hombres lobo, brujos y vampiros, la joven emprende renovadas aventuras con la nueva entrega de Shadowhunters, que se estrena este martes en la plataforma Netflix. En ella “se pondrán a prueba las lealtades y las relaciones se llevarán al máximo”, según adelantan los productores. La serie de fantasía basada en las novelas juveniles Cazadores de sombras de Cassandra Clare promete profundizar en la psicología de sus principales protagonistas.

“En la primera temporada, Clary se hace mayor, va creciendo, aprendiendo a asumir sus responsabilidades y a encontrar su lugar en el mundo”, explicaba Katherine McNamara, la actriz que da vida a la protagonista, Clarissa Fray, en una entrevista con EL PAÍS en París. “Siempre sintió que algo no acababa de cuadrar, aunque estuviera contenta con su vida y con sus clases de arte. Ahora que está en el mundo de las sombras, aunque su vida se esté derrumbando a su alrededor, siente que las piezas encajan”, añadía. “El final de la temporada dejó las cosas muy abiertas y eso es bastante emocionante”.

Al frente de las nuevas aventuras, Todd Slavkin y Darren Swimmer reemplazan a Ed Decter como máximos responsables de la serie, tras la salida de Decter por desacuerdos creativos. Slavkin y Swimmer, quienes ya trabajaron juntos en la serie juvenil de éxito Smallville, se han volcado en el universo de Clary. Y han querido llevar la serie un paso más allá en su adaptación: aportan nuevos efectos especiales, un maquillaje renovado para algunas de las criaturas y optan por una atmósfera más oscura que la de la primera temporada. Hablan de un enfoque más maduro, más profundo. Sobre todo, han decidido concentrar la trama en torno a sus principales protagonistas y su evolución psicológica.

Clary se ha reunido de nuevo con su madre, Jocelyn (interpretada por Maxim Roy), y tendrá que convencerla de que ya no es la niña que dejó en el primer capítulo. Mientras tanto, no renuncia a recuperar a Jace (Dominic Sherwood), cautivo de su maléfico padre Valentine (Alan Van Sprang), quien tendrá que elegir entre la luz y la oscuridad. Otra trama que sin duda traerá nuevas intrigas es la relación entre Magnus (Harry Shum Jr) y Alec (Matthew Daddario).

Parte del éxito de la serie, que aspira a ampliar ahora su público, se debe a su acierto a la hora de recrear el universo de los libros, que ya contaba con una importante base de fans. El reto era contentar a los aficionados al tiempo que proponía nuevas aventuras. “Realmente es un arma de doble filo”, señala al respecto McNamara. “Es increíble tener a todas esas personas tan emocionadas por lo que estamos haciendo, por la historia, por los personajes y por todo este universo. Pero es cierto que también supone una gran responsabilidad y cada uno tiene su propia opinión al respecto”.

“Realmente, la responsabilidad de adaptar las novelas es principalmente de los escritores, pero es cierto que mantenemos a los personajes en su forma de hablar, de moverse, en su pasado”, explicaba, por su parte, Dominic Sherwood, quien da vida al coprotagonista Jace Wayland. “Pero el viaje que emprenden, las decisiones que toman y las situaciones en las que se encuentran pueden ser diferentes. Al final los fans están contentos porque se encuentran con su personajes favoritos pero en situaciones nuevas. En cualquier caso, en lo que se refiere a la responsabilidad intento dejar la presión de lado, si no sería demasiado”, concluye el actor británico.