‘The OA’, la ‘matrioshka’ enigmática
Netflix estrena una serie con tintes de ciencia ficción creada por la actriz y guionista Brit Marling
Es difícil escribir sobre una serie de la que apenas se puede contar para mantener el mayor misterio posible. Y no es fácil mantener una entrevista y evitar desvelar detalles que rompan posibles sorpresas. Pero Brit Marling (Chicago, 1983) consigue que ambas cosas se puedan sacar adelante. The OA, que Netflix estrenó este viernes, es uno de los proyectos más misteriosos de la plataforma hasta la fecha. Ha conseguido llegar a su estreno sin que el público conozca prácticamente nada, ni del rodaje ni de la trama. Y es que la experiencia de verla sin saber detalles forma parte también de este proyecto liderado por la actriz y guionista estadounidense y por el cineasta Zal Batmanglij. Incluso explicar el título, The OA, sería desvelar algo importante.
“Hace unos cuatro años, un día Zal y yo comenzamos a contarnos historias el uno al otro en voz alta, solo por divertirnos, y empezamos a imaginarnos este mundo y sus personajes y fue tomando forma la idea de hacer una historia de formato largo, algo que fuera alucinante, en particular una historia que todo lleve a un final pero que se pudiera contar en 35, 40, 50 horas”, dice la actriz en conversación telefónica. “Empezamos a pensar en la arquitectura de un misterio que se fuera desenmarañando cada temporada y que al final llegara a algo que claramente depende del primer capítulo. Es algo inusual, porque lo normal para una serie es crear un concepto en un episodio piloto en el que demuestras lo que tienes y desvelas parte de la intriga para retener a los espectadores”. Aunque la serie “acaba de una manera muy satisfactoria al final del octavo capítulo”, la guionista recalca que, “si hay suerte”, seguirán con más temporadas.
El punto de partida de la historia, lo básico que se puede saber, es que el personaje interpretado por Marlin es una adolescente ciega que tras varios años desaparecida regresa a su casa con la visión restaurada y pocas ganas de explicar a su familia y autoridades qué le ha pasado. Lo que ocurre a partir de ahí no se puede desvelar y es la propia protagonista la que va desgranando poco a poco el enigma.
¿Como si se abriera poco a poco una matrioshka, una muñeca rusa? “Me encanta que me preguntes eso, porque sí, está todo diseñado para ser una serie de círculos concéntricos en el que empiezas en la figura exterior y luego levantas la parte superior de esa muñeca y dentro hay una verdad más verdadera que levanta otra capa”, cuenta la creadora de la ficción. “Es como si con cada muñeca trataras de llegar a una idea sobre quién eres en realidad. Ese es uno de los grandes enigmas. Estar vivos es el gran misterio, no sabemos qué va después. Igual por eso me interesan tanto los thrillers de misterio”.
Los personajes de Marling, ideados por ella en sus guiones y ahora en The OA, suelen tener cierto aire a dualidad, o bien por un desdoblamiento de realidades, como ocurría en la película Otra tierra, o por la evolución personal. “Siempre me ha interesado la idea de que hay diferentes dimensiones de experiencia. Que tu vida puede ir en cierto tono y, de pronto, algo dramático ocurre, un punto de no retorno y te conviertes en una persona totalmente diferente”, explica la actriz. “Todo esto puede venir de una tragedia o de algo positivo, como conocer a alguien muy importante para ti, o si pasas por una lucha tremenda contra tu propia salud. Estas cosas son saltos dimensionales en los que, la persona que eras antes y la que eres después, las dos eres tú, pero son diferentes versiones de ti”. "En The OA está la joven Praire, que tiene una voluntad fuerte, y luego está la persona en la que se convierte después de una muy heroica experiencia que la ha convertido definitivamente en una persona diferente”, concluye Marling.
La vida es ciencia ficción
Brit Marling escribe casi siempre los guiones de sus películas y construye los personajes que interpreta. Así lo ha hecho en Otra Tierra o The East y ahora en la serie The OA. Y en muchas ocasiones, la ciencia ficción, aunque sea de manera tenue, es importante. "La ciencia ficción es una forma genial de convertir todo en una metáfora", explica. "En The OA, lo que viven los protagonistas en algunas escenas concretas son metáforas, una aproximación poética de lo que sienten en sus propias vidas. La vida es ciencia ficción para mí".
"Hay un relato de 1909 de E. M. Forster, The Machine Stops, una historia escrita alrededor del tiempo de la invención del teléfono, en el que habla sobre algo que podría ser Internet y donde todos consumen tecnología y la gente vive en una especie de celdas y todo [comida y necesidades] viene a ellos sin moverse del sitio. Están todos conectados pese a estar separados. Hoy en día lo lees y piensas, esto ya no es ciencia ficción, es la realidad".
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