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Anna Bella Geiger: una cita entre la política y la poética

La artista sabe muy bien qué significa la pluralidad de culturas, cómo se complica con los mitos agresivos del nacionalismo y con la exclusión por razones de género

'Historia de Brasil. Niñas y niños'. (1975) obra de Anna Bella Geiger.
'Historia de Brasil. Niñas y niños'. (1975) obra de Anna Bella Geiger.

La imaginación no tiene buena prensa. La tratamos como Platón a los poetas: la admiramos pero le negamos la palabra, si hay que hablar de cosas serias. Hubo sin embargo un pensador, Kant, para quien la imaginación fue decisiva por su capacidad de producir, inventar, crear. Es esa imaginación que, partiendo, de unos pocos elementos logra enunciar una hipótesis. La necesitan el científico y el artista, el médico que rastrea un diagnóstico y el narrador que anda tramando una historia. De esa imaginación, además, no habla Kant cuando trata del arte sino al estudiar la ciencia.

Tal imaginación creadora es también crítica. Puede enunciar en positivo pero también disolver y subvertir: desarticula conceptos y apreciaciones, mostrando su cara oculta. Si la imaginación positiva es típica del varón, las mujeres son expertas en la dimensión crítica. Anna Bella Geiger (Rio de Janeiro, 1933) no es una excepción. Por ello dice que la imaginación es arte en libertad y en sus obras crítica y poesía confluyen.

Un mapa concreta una imagen del mundo. Con él, los rasgos imprecisos del paisaje de un territorio adquieren formas exactas. Quedan así de-finidos, esto es, con fronteras, que cierran puertas, y caminos que facilitan su colonización. Lo señaló Michel Foucault en una célebre entrevista, pero Geiger lo muestra con duras y claras imágenes: la navaja barbera que corta, el mapa dividido en trozos, como una tarta, o troquelado en una rebanada de pan para que no alimente a quien lo habita.

Este revés de la trama que conocemos y silenciamos se convierte para Geiger en obsesión que traduce en dibujos y (anti)ecuaciones en la exposición Anna-Bella Geiger, Geografía física y humana. En los vídeos, Mapas elementales, trabaja en unos y otras. Los resultados, en papel, muestran la imposibilidad de sumar America del Norte y la del Sur: son heterogéneas. Mientras, el mapa del Cono Sur cambia de figura y nombre: América latina, Am-uleto, A mulata, A muleta. Mapas bordados completan la propuesta.

'América Latina - Amuleto, A mulata, A muleta', 1977.
'América Latina - Amuleto, A mulata, A muleta', 1977.Anna Bella Geiger

Un vídeo, casi una autobiografía, denuncia el colonialismo revestido de paternal benevolencia, pero para combatir esa atribuida minoría de edad hay que abordar también los problemas de identidad: Geiger, nacida en Brasil pero en una familia polaca de origen judío, sabe muy bien qué significa la pluralidad de culturas, cómo se complica con los mitos agresivos del nacionalismo y con la exclusión por razones de género. Unas fotografías pequeñas pero convincentes, algunos libros de artistas y un divertido fotomontaje (Encuentro de la novia con Duchamp) ofrecen elementos para pensar la identidad e inician un espacio donde la imagen sustituye al mapa, porque pasamos de la geografía física a la humana.

 Esta nos enseña que miramos al otro país, a la otra cultura, a través de los estereotipos de la industria cultural. Los collages y postales de Geiger son tan sencillos como eficaces. También lo es la ironía con que mira a la alta cultura. En unas fotos, Arte y decoración, la misma chica aparece sucesivamente rodeada de arte clásico (sólo asequible a la jet), cuadros pompier, remedos de Mondrian y objetos como los del célebre collage de Hamilton. ¿Pluralismo y sensibilidad artística, o identidad falseada, afán estéril de pisar tierra firme aunque no sea la propia?

 Frente a eso el humor de un brevísimo sketch, Ideología, critica dos falsas identidades, las que ofrecen el consuelo del arte y el calor sórdido de la nación. A ellas se oponen silenciosas mujeres que caminan sin parar (Pasos). Así sugieren que carecer de un lugar en el universo es también un modo de estar en el mundo, como afirma un aforismo de Geiger. Para ello quizá sea necesario ejercitarse en la imaginación crítica, que señalé al principio y vivir en ese espacio donde poesía y política se encuentran.

Anna-Bella Geiger, Geografía física y humana. Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. Sevilla.  Hasta el 23 de octubre.

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