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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Miserias y grandezas de Selina Meyer

Como la realidad política ya ha llegado a unos niveles de disparate casi imposibles de superar desde la ficción, 'Veep' ha apostado por dirigir la mirada a los personajes

Natalia Marcos

Es difícil imaginar a una política más incompetente que Selina Meyer (aunque todo es ponerse...). Sin embargo, por carambolas de la vida y a pesar de su inutilidad y la de su equipo, llegó a la presidencia de Estados Unidos. La suerte llevaba mucho tiempo sonriendo a Selina. ¿Seguiría siendo así en la quinta temporada de Veep?

Eclipsadas mediáticamente por la potencia de su compañera de cadena Juego de tronos, las dos comedias que HBO reserva para la temporada primaveral, Silicon Valley y Veep, siguen consolidándose como dos imprescindibles del género en la actualidad. En el caso de la sátira política protagonizada por Julia Louis-Dreyfus, este año volaba fuera de las manos de su creador, Armando Iannucci, que abandonó el barco tras el final de la cuarta temporada. A pesar de estar en otras manos (las de David Mandel), la quinta entrega de Veep ha conservado la esencia de los personajes y la fuerza de la sátira política que la caracterizan.

En estos diez capítulos hemos visto a la protagonista luchando contra las cuerdas por mantenerse en lo más alto y por dejar un legado por el que pudiera ser recordada ("Selina Meyer, la mujer que liberó al Tíbet" no sonaba nada mal en su cabeza). La situación, como era de esperar, se le fue de las manos. Ya se sabe que lo más complicado es mantenerse. Y esta deslenguada presidenta no lo iba a tener fácil con su tendencia a tomar siempre las peores decisiones posibles siguiendo los razonamientos más alocados.

Como la realidad política ya ha llegado a unos niveles de disparate que son casi imposibles de superar desde la ficción, esta temporada de Veep ha apostado por girar la mirada hacia algunos de los secundarios más jugosos. Catherine, la hija de Selina, siempre en un segundo plano pero siempre reclamando un poco de atención, ha regalado algunos de los momentos más hilarantes de la temporada gracias a un documental sobre su madre y con un giro inesperado de su vida personal. Uno de los capítulos más brillantes de esta entrega estaba dedicado, precisamente, a mostrar el resultado de ese documental grabado durante los episodios anteriores, dando un curioso cambio de enfoque a lo ya visto. El inefable Jonah y su campaña al Congreso también regaló grandes momentos al ahondar en el lado más estúpido del personaje y de la pequeña comparsa que le rodea. Incluso Gary, el ayudante personal de Selina, termina por perder los nervios en un arranque inaudito. Hugh Laurie o John Slattery también han brillado como invitados.

El nivel en Veep estaba muy alto, pero la quinta temporada no ha decepcionado, con algunos de los momentos y diálogos más políticamente incorrectos de la serie. El último capítulo deja a Selina en una situación incierta y ante un curioso reseteo que habrá que ver qué camino toma. Porque está claro que aún quedan Veep y Selina Meyer para rato.

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Sobre la firma

Natalia Marcos
Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED.

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