La magia vuelve a aparecer en televisión

Un invitado del mago Jorge Luengo toma una carta de la baraja, la memoriza y la introduce de nuevo en el mazo. Cuando, acto seguido, Luengo le diga que se dé media vuelta, descubrirá que tras él está dibujado en una pizarra el tres de corazones que eligió. El mago extremeño llega el domingo (21.30) a la televisión de la mano del canal Discovery Max. En Jorge Luengo: Desafío mental, el ilusionista realizará diferentes trucos utilizando la sugestión y la lectura de la comunicación no verbal.

Entre los invitados que visitarán el espacio están la presentadora Cristina Pedroche, la actriz Maggie Civantos y el cantante Abraham Mateo. Ellos formarán parte de este programa especial de una hora que Discovery Max tiene previsto convertir en espacio regular después del verano, según adelanta el director de contenidos de la cadena, Alejandro Flórez.

Una de las características que destaca Luengo de su programa es el papel central que juega el telespectador. “En un programa de magia al uso, es un mero espectador; aquí, es el protagonista”. El objetivo de su propuesta es claro: “Mostrar cómo todos podemos hacer cosas increíbles que no sabemos que tenemos dentro”.

Lo primero que verá el público será un aviso: quienes participan en el espectáculo no son actores. Además, todos estarán identificados por su nombre, apellidos y edad. Luengo asegura que no hay “ningún montaje especial ni ningún corte”. “Mi ética no me permite poner un croma o a un actor en un lugar determinado: prefiero que los espectadores vean que es real”, añade.

Aficionado desde la infancia al ilusionismo, Jorge Luengo mantuvo esta disciplina en segundo plano hasta que dejó su trabajo como funcionario para convertirla en su medio de vida. Su carrera le ha llevado a actuar ante la familia real española, deportistas como Cristiano Ronaldo o Rafa Nadal o los cantantes Alejandro Sanz y Carlos Baute.

Entre los galardones que ha conseguido destacan el Premio Nacional de Magia de 2006 en Francia y el de 2008 en España, pero su consagración internacional definitiva llegó en 2009, cuando ganó el premio de la Federación Internacional de Sociedades Mágicas en el mundial de la especialidad de Pekín.