Christina Hendricks: “Nunca me había imaginado como una ‘sex symbol”

En las distancias cortas, Christina Hendricks (Knoxville, Tennessee, 1975) solo se parece en el físico a Joan Holloway, la secretaria pelirroja que atrapó a los espectadores de Mad Men con sus curvas, su estilo, su voluntad y su decisión. Hendricks es mucho más cercana que la inaccesible Joan y le entra la risa cuando se refieren a ella como una sex symbol. "¿Quién no querría ser una sex symbol? Ha sido algo inesperado, nunca me había imaginado así. Pero Mad Men tenía tanto estilo, llevábamos esas ropas que marcan tu figura... Era una buena combinación". Un año después de que terminara una de las series que han marcado la reciente época dorada de la televisión, Hendricks regresa a la pequeña pantalla con Hap and Leonard, una historia muy diferente pero también producida por AMC, cadena que la estrena en España el lunes 23 a las 23.00.

"Cuando leí el guion pensé que Trudy era un personaje interesantísimo, porque es una femme fatale pero también una hippy con sueños de cambiar el mundo y de hacer el bien pero que solo provoca el desastre y problemas allá por donde va", explicaba la actriz en una reciente visita a Madrid para presentar su nueva serie. Trudy es la responsable de que los amigos que dan título a la serie, Hap y Leonard, se adentren en una peculiar búsqueda del tesoro en el este de Texas en los años ochenta. Hap, un antiguo amor de Trudy, tiene el rostro de James Purefoy (Roma, The Following), mientras que Leonard, con el que Trudy no tiene buena relación, está interpretado por Michael Kenneth Williams (The Wire, Boardwalk Empire). Un trío de caras televisivas para una historia de aventuras con grandes dosis de humor negro y violencia contada en seis capítulos.

Aunque había pasado poco tiempo desde el final de Mad Men, Christina Hendricks no dudó en aceptar este personaje. "Pensé que me llevaría tiempo encontrar algo que realmente me gustara, pero cuando leí el guion era tan especial y tan único, y Trudy era tan genial y tan sexy, que tenía que hacerlo aunque no pudiera descansar lo que quería", cuenta a EL PAÍS. El rodaje llevó a los actores a Luisiana. "Ellos dos ya eran amigos, se conocían como desde hace nueve años, así que tenían esa química genial y una gran camaradería. Y como yo era la única chica, fueron muy buenos conmigo", recuerda.

En realidad, tras Mad Men Hendricks no ha parado. En televisión se unió al reparto de la comedia Another Period (en España, en Comedy Central), ha participado en varias películas y en solo unos días arranca la grabación de una nueva serie en Canadá con Tim Roth, Tin Star. Además, entre sus proyectos se encuentra subirse a las tablas de los teatros de Nueva York el próximo año.

Casualmente, sus tres últimas series, Mad Men, Another Period y Hap and Leonard, están ambientadas en tiempos pasados. "Para un actor es interesante adentrarse en diferentes ambientes y dejar que tus ropas y lo que te rodea te ayude a crear el personaje", explica la actriz, que con Trudy repite dando vida a un tipo de mujer fuerte, con gran influencia sobre los hombres y que sabe usar sus armas. "Nunca había interpretado a personajes de este tipo hasta Joan y aprendí mucho con ella. Imagino que como Hap and Leonard es también de AMC, pensaron que yo podría hacer algo así", cuenta entre risas.

Para Mad Men solo tiene buenas palabras. En un encuentro con fans describió la serie como el amor de su vida. "Estoy profundamente orgullosa de ella. Estoy tan agradecida... Sé lo afortunada que fui. Ha cambiado mi vida en todos los sentidos. Estoy en Madrid porque Mad Men cambió mi carrera, he podido trabajar con directores y actores con los que siempre quise trabajar. Me ha abierto un mundo diferente", explica a EL PAÍS.

A pesar de que Mad Men era el relato de un mundo dominado por hombres (una agencia de publicidad en los años sesenta y setenta), mujeres como Joan, Peggy o Betty jugaban un papel fundamental en la historia. "Matt Weiner [creador de la serie] seguro que diría lo mismo. Las mujeres evolucionaban más, crecieron y cambiaron más en muchos sentidos. Y muchas mujeres podían verse reflejadas en ellas", cuenta la actriz, que asegura que quedó más que satisfecha con el final de su personaje. "Me sentía muy unida a ella y quería que tuviera el final perfecto. No sabía cómo sería porque Matt Weiner no me había dicho nada. Pero cuando vi el final dije "¡sí!", es perfecto". Sin embargo, duda cuando se le pregunta si cambiaría algo del recorrido de Joan en la serie. "Bueno... no. Pero yo siempre quería trabajar más. Había un momento en la historia en que Joan era apartada para trabajar en unos grandes almacenes y me preocupé muchísimo. '¡Devolvedla a la oficina!'. Fue lo único, siempre quería trabajar más".

Hendricks despide a su interlocutor con una amplia sonrisa, la misma con la que recibe los halagos por su trabajo y por la serie que ayudó a cambiar su vida y a cambiar la televisión.