La II Guerra Mundial, en primera persona

“Este programa contiene imágenes gráficas que algunos espectadores pueden encontrar perturbadoras”. Con este aviso en letras blancas sobre un fondo negro comienza Dentro de la Segunda Guerra Mundial, una serie documental de tres capítulos que arranca mañana (22.30) en Discovery MAX y se centra en los relatos de testigos de la contienda.

A su productor, Jonathan Towers, le preocupaba la cantidad de voces que se estaban perdiendo de quienes combatieron en el mayor conflicto bélico de la historia o lo padecieron. “La gente se estaba muriendo; se estaban muriendo los que podían contar en primera persona el que, después de todo, es el conflicto definitorio del siglo XX”, explica Towers a EL PAÍS en conversación telefónica desde Chicago. Así que decidió con su productora recoger esas historias “antes de que fuera demasiado tarde”.

Para ello, Towers y su equipo realizaron “unas 60 entrevistas por todo el mundo con gente que jugó diferentes papeles en este conflicto” con la intención de lograr testimonios personales. La mayoría de esas entrevistas se realizaron en Estados Unidos y Reino Unido. Otras las consiguió el equipo a partir de material de archivo. “La filmación original, que duró casi un año, se hizo en dos continentes: América y Europa”, cuenta Towers.

Lo más difícil para el productor fue condensar todas las imágenes que consiguieron: “Contar la historia de la Segunda Guerra Mundial en tres horas era un reto, porque es una historia enorme, así que tuvimos que escoger”, explica Towers. Finalmente, esas tres horas han quedado divididas en otras tantas entregas de una hora de duración cada una. “La primera hora se centra en la Alemania de preguerra, a partir de los Juegos Olímpicos del 36”, detalla el responsable del programa. “En la segunda, presentamos a los soldados y sus historias. La tercera trata sobre los dramáticos eventos de 1945, incluyendo el suicidio de Hitler, la revelación de la existencia de los campos de concentración y la caída de las bombas atómicas sobre Japón”, agrega.

Aunque una de las particularidades del proyecto es que pone el foco en las caras desconocidas —“creo que muchos documentales de guerra tienden a racionalizar la contienda desde la perspectiva de los líderes, ya sean Churchill o Stalin”, opina Towers—, no es lo único que distingue a esta serie de otros de los muchos documentales que se han realizado sobre la Segunda Guerra Mundial. “Intentamos hacer algo diferente para dárselo a las nuevas generaciones”, señala el productor, quien considera que los jóvenes “están menos interesados en la teoría, les va más lo visual y los testimonios personales; han crecido con eso y eso es a lo que responden”. En consecuencia, “el documental es muy gráfico, muy vívido, pero también muy centrado en las personas”, defiende su responsable.

Una de esas historias que relata es la de una familia judía alemana que creía que el ascenso de Hitler y los nazis al poder en 1933 era solo una moda pasajera que no iría a más porque Alemania era un país civilizado. “Es muy triste y muy trágico que no entendieran lo que estaba pasando realmente”, concluye Towers. Ese fue uno de los testimonios que más le impactó personalmente.