Sábado noche

Un tiempo nuevo (Cuatro) comenzó con un criterio más razonable que su rival, laSexta noche: tertulias educadas entre expertos en la materia en lugar de corralas gritonas de los nuevos enciclopedistas a la violeta. La audiencia, al parecer, prefiere lo establecido —los gritos— a lo razonable. Tres programas después de su inicio opta por el toque corrala, y si en La Sexta tienen a Marhuenda e Inda, en Cuatro tienen a Pilar Rahola: ¡es la audiencia, estúpido!

Los temas principales de los dos programas eran los mismos: el drama de la emigración siria y las elecciones catalanas. Silvia Intxaurrondo (Cuatro) se llevó el gato al agua al entrevistar a Artur Mas, lo que había intentado denodadamente el programa rival. Naturalmente, el president no dijo nada que no se supiera de antemano: él y Cataluña (al parecer son lo mismo) son unas víctimas del pérfido Estado español; y su partido, y él, por supuesto, están más limpios que una patena. Rahola, por su parte, adoptó el look de heroína del procés en la tierra del “pensamiento único” (sic) repitiendo los argumentos del cuarto en la lista independentista con la convicción de que los cuartos serán los primeros.

Naturalmente, el president no tenía ni idea de los trasiegos de donaciones y financiación irregular de su partido por mas que fuera informado hace más de un año —él y Oriol Junqueras— de los amaños entre la empresa Teyco y el alcalde convergente de Torredembarra, según manifestó Monserrat Garrull, exconcejal de Esquerra en dicha localidad.

En fin, un sábado noche sin fiebre ni discoteca en el que gracias a ese estupendo artefacto que es el mando a distancia también se pudieron comprobar los abucheos a Gerard Piqué de los muy nobles, muy leales, beneméritos, invictos, heroicos y buenos ciudadanos ovetenses. ¿Habrían aplaudido si mete un gol en propia puerta?