“Esta historia echa por tierra el mito integrador”

Cuando todavía nadie le conocía, Oscar Isaac envió una tarjeta navideña en la que, con una flechita señalando a San José, decía “ese soy yo”. Una broma mezcla de orgullo y humildad tras su papel en la película Natividad: La historia. Luego vendría A propósito de Llewyn Davis (2013) y en menos de una década el nacido en Guatemala hace 35 años pero criado en Estados Unidos está a las puertas del firmamento como protagonista de la película más esperada del año, Star Wars: El despertar de la fuerza.

Eso en cine, porque al actor educado en la prestigiosa academia Juilliard neoyorquina ha parido en televisión el trabajo más intimista y a la vez ambicioso de su carrera, Nick Wasicsko, un joven alcalde estadounidense atrapado en las disputas raciales del Nueva York de los noventa. Un héroe de carne y hueso en Show Me a Hero, la nueva creación de David Simon, responsable de The Wire, y de la que Canal + Series emite esta noche sus dos últimos capítulos. Isaac le da al showrunner todo el crédito de su trabajo. “Pero si te digo la verdad lo que me atrajo es que nunca había hecho nada así. Nunca había interpretado un personaje durante un periodo de seis horas, tiempo en el que puedes construir un gran arco interpretativo. Un gran reto”, confiesa a EL PAÍS.

También hubo razones sociales e ideológicas en su decisión. No sabía mucho de los hechos en el centro de Show Me a Hero, una disputa racial y socioeconómica en la localidad de Yonkers cuando los vecinos, blancos, se ven forzados a aceptar la construcción de 200 viviendas sociales destinadas a acabar con la segregación de los residentes negros. “Y eso es lo asombroso, que no hablamos de la Alabama de los sesenta sino de una historia que echa por tierra el mito de una América que ha superado sus problemas raciales”, resume de una historia que en su opinión no ha podido llegar en un momento más oportuno.

Lo mismo se puede decir de su carrera. Un actor a quien no se le ocurre otra cosa que hacer con su vida “excepto tocar la guitarra en el metro” y que en la actualidad es el intérprete más buscado. ¿Su secreto? No tenerle miedo a nada. “Como me dijo Paul Haggis [director de Show Me a Hero], quiso contar conmigo porque no tenía ni idea de lo que haría con un personaje así”, recuerda de unas palabras que considera sabias y una buena descripción de su método, siempre a la búsqueda de papeles diferentes en los que no pueda dejar de pensar. De hecho, cuando Simon se acercó a Brooklyn para hablarle de Show Me a Hero la obsesión creció hasta tal punto que ese mismo día se puso a interpretar a Nick.

Dada la espiral de fama que le envuelve estos días, Isaac se alegra de vivir en Brooklyn. “Mantiene mi anonimato porque me da vergüenza cuando la gente me reconoce”, musita con sonrisa franca, casi sonrojado por su suerte. Él se siente pequeño. Sólo sus papeles son grandes. “Acabo de finalizar el rodaje de X-Men: Apocalypse y parece kabuki. Eso después de hacer algo tan hiperrealista como Show Me a Hero”, enumera ilusionado el nuevo piloto de La guerra de las galaxias que este año también estrenó Ex-Machina y El año más violento, filme donde sustituyó a Javier Bardem. “Mi carrera es el sueño de un actor”, resume.

¿Y sus héroes? “Mi madre, sin lugar a dudas”, asegura. “Y profesionalmente, los Coen. Gente que todo el tiempo aspira a más. Una gran fuente de inspiración”.