_
_
_
_
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

¡Ese Kichi guay!

Kichi desprende nobleza, autenticidad y desparpajo. La mayoría de nosotros se bajaría a tomar unas cañas con él. ¿Lo haría usted con Marhuenda?

Jesús Ruiz Mantilla

Mientras el incombustible Marhuenda nos ensombrecía la noche del sábado en La Sexta clamando que el hombre es malo por naturaleza e influjo de Thomas Hobbes, José María González, Kichi, alcalde de Cádiz, manifestaba que no podía sentirse ajeno a los desahucios porque, ante todo, se considera persona. La lucha del bien contra el mal, ya saben, lo que como nadie este año ha resumido el nuevo tráiler de Star Wars.

El director de La razón, portavoz triple del marianismo, el aguirrismo y el aznarismo, se nos revela como un tres en uno de la caverna que ni a tiros piensa cogerse vacaciones catódicas tratando de explicar la trama Púnica. Pero antes, preso de un sorprendente síndrome de Estocolmo, se mostró como un corderito, igual que sus compañeros de plató, ante los encantos de Kichi. Se les escapó vivo y sin explicaciones satisfactorias acerca de esa soplapollez conceptual que desde Podemos llaman “régimen del 78” o su mancha con tufo autoritario respecto a la defensa de Maduro.

Será porque el gaditano desarma luciendo esa imagen de cachondo sentado en su poltrona municipal —“con un despacho más grande que mi casa”, dice—, resolutivo en sus ademanes asamblearios, capaz de provocar tanto sofoco en su rival pepera Teófila Martínez como para que ésta haya perdido el gracejo a la hora de abanicarse.

El caso es que Kichi se revela como una de las punteras corrientes de frescura en sus filas. Pocos argumentos le quedan a la política rancia frente a la camisa medio arrugada y el flequillo cortado en casa del dirigente, frente a la urgencia de los comedores infantiles, su determinación a luchar por el empleo, detener desahucios y su explicación de por qué se ha comprado un traje para oficiar bodas. Kichi desprende nobleza, autenticidad y desparpajo. La mayoría de nosotros se bajaría a tomar unas cañas con él. ¿Lo haría usted con Marhuenda?

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Jesús Ruiz Mantilla
Entró en EL PAÍS en 1992. Ha pasado por la Edición Internacional, El Espectador, Cultura y El País Semanal. Publica periódicamente entrevistas, reportajes, perfiles y análisis en las dos últimas secciones y en otras como Babelia, Televisión, Gente y Madrid. En su carrera literaria ha publicado ocho novelas, aparte de ensayos, teatro y poesía.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_