El adiós de un maestro de la sátira televisiva
Jon Stewart abandona esta noche ‘The Daily Show’ tras casi 17 años al frente del programa
Jon Stewart deja esta noche The Daily Show tras casi 17 años en el aire en la cadena Comedy Central. La casualidad hará que su último programa coincida con el primer debate de los diez aspirantes a la Casa Blanca de los republicanos, un partido al que ha vapuleado sin compasión noche tras noche. La despedida, sin embargo, supone la excusa perfecta para que muchos de sus adeptos pidan que sea él quien se presente a la presidencia.
Visto por los conservadores como un payaso y por los liberales como el nuevo Walter Cronkite —a carcajadas— del periodismo, sus chistes y montajes le han ayudado a exponer con autoridad puntos de vista sobre cuestiones que preocupan a la gente corriente y de una manera viral. Su nombre es, por eso, reconocido como uno de los más respetados en el panorama informativo de Estados Unidos. Ha sido la persona adecuada para el momento adecuado.
Donald Trump, a quien las encuestas daban como favorito antes del careo de esta noche, lleva días presumiendo de que el equipo de Stewart le suplica para que ponga la guinda a su popular falso telediario. También se habla de que entre los invitados de hoy estarán Glenn Beck y Sarah Palin, otras de las figuras conservadoras a las que puso en su mirilla. Las guerras de Irak y Afganistán, las torturas, los abusos de la banca o las escuchas de la CIA fueron cuestiones recurrentes en su programa.
Asumió la dirección de The Daily Show en enero de 1999, con la vista puesta en las presidenciales de 2000. Su secreto fue llegar a un público joven-adulto que andaba perdido y que desconfiaba de los medios tradicionales. Así fue haciendo crecer su programa hasta acercarse a los tres millones de seguidores en 2008, el año del “Yes we can” de Barack Obama, y se puso por delante en integridad de los telediarios serios de Brian Williams, Katie Couric y Charlie Gibson.
Stewart anunció en febrero que se apartaba del The Daily Show. No fue una sorpresa, porque llevaba tiempo anticipando su salida, aunque nadie se lo había tomado en serio. Lo ha hecho todo, hasta presentar dos ceremonias de entrega de los Oscar. El último programa será más largo de lo habitual, de una hora de duración en lugar de media. Además, Comedy Central le rendirá tributo con un maratón que servirá también para recordar a invitados memorables.
Estados Unidos echará de menos una voz que era a la vez sarcástica y reflexiva. O quizás no tanto. Jimmy Fallon es el que domina en la actualidad la batalla de la noche, por delante de Jimmy Kimmel. Les seguía David Letterman, que será sustituido en septiembre al frente del Late Show por Steven Colbert, uno de los grandes pupilos de Jon Stewart. Entre ellos se coloca Seth Meyers, de la escuela de Saturday Night Live, sin olvidar al británico James Corden.
Con su talento, Stewart, de 52 años, puede hacer lo que quiera a partir de ahora. El encargado de dar continuidad a su misión en The Daily Show es el comediante sudafricano Trevor Noah, de 31 años. Ya debutó en diciembre pasado en el programa como corresponsal, pero sus apariciones han sido muy limitadas. Lo cierto es que Stewart no inventó nada. The Daily Show estaba ahí antes y seguirá siendo la marca más potente de Comedy Central. Pero nunca antes alguien ha usado con tanta eficacia el humor para exigir responsabilidades.
Cazador de talentos
El comediante en jefe se va con 20 premios Emmy bajo el brazo, pero su legado seguirá vivo. Su modelo de sátira política fue retomado primero por Stephen Colbert, al que Comedy Central le dio su programa, y John Oliver, que dirige desde hace dos temporadas Last Week Tonight en la HBO, sin dejar de mencionar el spin off de Larry Wilmore en The Nightly Show, producido por Jon Stewart.
Stewart es un verdadero cazador de talentos. El programa sirvió de lanzadera al actor Steve Carell, quien hizo las veces de "falso corresponsal" durante seis años en The Daily Show antes de firmar con la NBC para ser la estrella en The Office. También hizo famosos al actor Ed Helms y a la actriz Olivia Munn, junto a Samantha Bee, Mo Rocca, Rob Riggle o Kristen Schaal.
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