Todo queda en familia
El disco de los Thompson quizás resulte breve para tan nutrida parentela y ningún tema supera logros individuales previos
Hay quien ha querido ver en los Thompson el equivalente británico a la cantora familia Von Trapp. Teddy Thompson lo desmentiría tajantemente: el temprano divorcio paterno, un padre esfumado, una madre que endosa los hijos a la abuela… El “pelirrojo sin sonrisa”, en definición propia, exorciza sus demonios con este cónclave familiar que a él quizás le funcione como terapia pero para el oyente constituye una bendición. Teddy será un chico retraído, pero posee el vibrato más hermoso de la canción de autor a ambas orillas del océano.
Richard es un guitarrista estratosférico y Linda, la divinidad del folk; las refrescantes sorpresas las suministran Kami (la hermana menor, a veces junto a su marido, James Walbourne), Jack (el hermanastro) y Zak Hobbs, el bisoño sobrinito. El disco quizás resulte breve para tan nutrida parentela y ningún tema supera logros individuales previos, pero esta familia, caótica o feliz, es lo más grande.
Family. Thompson. Universal.
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