Miguel Poveda
El cantaor se enfrenta a la poesía diez años después, con una selección que va del Siglo de Oro (Quevedo y Lope) al presente (Sabina o Aute)
El cantaor Miguel Poveda se enfrenta a la poesía diez años después de Desglaç (2005), con poetas catalanes del siglo XX. Antes aún, había grabado los Poemas del exilio de Alberti (2003), pero esas experiencias poco tiene que ver con la presente. La selección de poemas es muy diversa, del Siglo de Oro (Quevedo y Lope) al presente (Sabina o Aute), como lo es el tratamiento musical que reciben los versos, de rotundo carácter y opulencia instrumental. La mayoría de los temas vienen arreglados por Joan Albert Amargós, excepto dos que firma el guitarrista Chicuelo, los más sobrios (salvo el corte final sobre Gil de Biedma) y flamencos. Seguiriya morentiana para el soneto de Sabina al cantaor de Granada y bulerías para el verso grácil de Muñoz Rojas. Las bulerías también aparecen por el poema de Miguel Hernández mientras que el de Neruda va en compás de tangos.
La mayoría de las composiciones, de gran carga melódica, son obra de Pedro Guerra, pero también de Chicuelo, Poveda o Amargós. La voz de Miguel modula y matiza del flamenco a la copla o a la música popular sobre unos arreglos de muy variados acentos. Se acercan al rock por momentos, cobran tonos latinos con ardientes metales o acallan esos vientos para llevarlos a un tono jazzístico (sonetos de Lorca). Dentro del oropel, los versos se escuchan de forma nítida y contundente.
Sonetos y poemas para la libertad. Miguel Poveda. Universal.
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