El primer espía americano

Antes que Homeland, antes que 24, antes que Bond o Bourne, antes incluso de que EE UU existiera como el país que hoy conocemos, estuvo Abe Woodhull, el protagonista de Turn: espías de Washington, la serie que AMC estrena mañana (16.10) en España. Tras la emisión de su primera temporada este fin de semana, la segunda entrega arrancará el 23 de abril a las 22.10.

Supone toda una ironía que Jamie Bell, el actor que interpreta al considerado primer espía de la historia estadounidense, el que ayudó a los rebeldes que lideraba George Washington en la Guerra de Independencia contra la Corona británica, naciese en el Reino Unido. “Una ironía y una lección de historia, porque en el colegio apenas nos enseñaban nada de ese periodo. Probablemente prefieren olvidarlo”, dice Bell en entrevista con EL PAÍS. Nacido en 1986 en Billingham (Inglaterra), Bell saltó a la fama gracias a su trabajo en teatro y en cine como Billy Elliot. Se ríe de que haya sido elegido para encarnar a un espía de espías, uno de los líderes de la red de información Culper que entre 1776 y 1777 ayudó a crear los cimientos de una nueva nación. Pero, como aclara, Woodhull no fue ni Bond ni Bourne; simplemente alguien que hizo algo heroico, “pero al que nadie conoce”.

Si bien la serie basada en la novela homónima de Alexander Rose ha recibido críticas irregulares, las alabanzas siempre recaen en la misma figura, la de Bell. El actor prefiere agradecerle los logros a un personaje como el de Woodhull, con el que no siente ninguna distancia histórica. “Es el equivalente al [Edward] Snowden de nuestros días, otro héroe al que se le debería levantar un monumento”, asegura, respaldando al antiguo empleado de la CIA. Evidentemente, la tecnología no es la misma. Turn es fiel al rigor histórico y la red de espionaje Culper cuenta con poco más que tinta invisible. “Podían pasar tres semanas hasta que llegaba la información a los cuarteles generales de esta revolución”, se admira Bell pensando en la inmediatez del mundo actual.

El intérprete es el primer adicto a esa inmediatez y acostumbra a recibir las noticias a través de Twitter . “Ni leo periódicos ni veo la televisión. Me gusta recibir la información en el instante”, afirma. Sin embargo, no está tan seguro de que esta fluidez informativa haya creado una sociedad mejor que aquella en la que vivía su alter ego. Woodhull sería, según Turn, el primer espía en EE UU, pero para Bell el espionaje se ha convertido en el pan nuestro de cada día. “Para bien o para mal, estamos vigilados las 24 horas. Por eso, no entiendo qué hay de ilegal en lo que hizo Snowden”, enfatiza.

Nacido en Inglaterra, pero residente en EE UU desde hace 15 años, no ha cambiado de nacionalidad, pero recuerda que su exesposa, la actriz Evan Rachel Wood, y su hijo son estadounidenses. “Al final, el hogar está donde está tu maleta”, bromea.

En estos momentos su maleta sigue echando raíces en Richmond (Virginia, EE UU) donde se rueda la serie. Turn no solo ha aprovechado localizaciones utilizadas en otras producciones centradas en periodos históricos cercanos, como la miniserie John Adams o la película Lincoln, sino que ha echado mano de los verdaderos lugares en los que se luchó la Guerra de Independencia norteamericana, utilizando los edificios del Williamsburg colonial, uno de los parques históricos estadounidenses, así como el casco antiguo de Petersburg, en este caso empleado como ese germen del Nueva York actual donde tenía su base el Ejército británico.

“Es asombroso el tamaño y la ambición de esta producción. Tenemos de todo, hasta actores”, ironiza Bell, recordando un rodaje en el que la única pega fue la rapidez que acompaña al trabajo en televisión. “Está siendo una experiencia refrescante. Especialmente porque los trajes también son de época, sin protección contra los elementos, y este ha sido uno de los inviernos más fríos de la historia. No me extraña que Abe cambiara de chaqueta”, concluye entre carcajadas.