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opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

A su manera

Carlos Boyero

Bob Dylan ha cumplido 73 años, pero definir su personalidad mantiene su condición de laberinto. Predecir su rumbo es tan imprevisible como cuando tenía 20 y pretendían cargarle con el trascendente fardo de ser la conciencia lírica de Estados Unidos. Aunque amara las canciones de Woody Guthrie electrificó con gran escándalo su arte cuando le dio la gana. Ahí están para demostrar que hizo lo que debía hacer esas dos joyas tituladas Highway 61 revisited y Blonde on blonde.Siempre ha ido a su rollo y un paso por delante que el resto. Y, por supuesto, manteniendo ínfimo interés por lo que piensen los demás de sus virajes. Como mucho, podría identificarse sin arrogancia con la frase de Picasso: “Yo no busco, encuentro”. Ha sido, es y será único. Y su capacidad para hipnotizar al oyente jamás ha tenido fecha de caducidad. Su obra es tan larga e impresionante que hasta se le pueden perdonar los resbalones. Que han sido pocos.

Hay cientos de músicos, algunos excelentes y con poderosa voz propia, que han realizado versiones de las canciones de Dylan. Normal. Y si tengo una imagen sublime de la historia del rock es la de un grupo de los mejores cantando junto a Dylan Forever young en las imágenes finales de la vibrante y conmovedora El último vals.

Y encuentras inspirador y normal que muchos artistas hayan reinterpretado las palabras y la música de Dylan. Pero te resulta insólito que él haya decidido hacer sus versiones de un universo ajeno. Leo que en febrero Dylan publica un disco interpretando canciones que Frank Sinatra hizo inmortales. Aunque no las compusiera él, con la voz de seda, el estilo en grado superlativo y la seducción permanente consiguió hacerlas suyas y que todos los fascinados oyentes las identificáramos con el mundo de Sinatra.

Y estoy ansioso por conocer ese experimento. A mi capricho o a mi cursilería sentimental le gustaría que fueran canciones de amor. Dylan ha creado algunas preciosas como Girl from the North Country, I want you o If not to you. Y hablando de esos asuntos gloriosos del corazón, es muy difícil no emocionarse escuchando a Sinatra interpretar Rain in my heart y Strangers in the night. ¿Qué saldrá de ahí? Algo muy raro. Ojalá que también sea hermoso.

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