Una década convulsa en TVE

Televisión Española todavía podía presumir en 2004 de liderar las audiencias y mantener su hegemonía en los informativos. En su parrilla albergaba Operación Triunfo,uno de los formatos revelación de principios de siglo, que además tenía todos los ingredientes para ser la gallina de los huevos de oro: había saltado a las ondas como un cohete y se había convertido en un fenómeno social. En el terreno de la ficción, una serie familiar sobre la España de los sesenta triunfaba después de que el proyecto se hubiera paseado durante años por los despachos de los grandes operadores privados sin que ninguno lo aceptara.

La televisión que abandonó en 2004 el entonces director general de RTVE, José Antonio Sánchez, es muy distinta de la que encontrará ahora. Dejó una empresa que era un ente público y el próximo miércoles el Congreso le nombrará presidente de la corporación, que administra cinco canales nacionales y un presupuesto de 950 millones de euros. Aunque hay cosas que no han cambiado: Cuéntame sigue en la parrilla y Ana Blanco, en el telediario.

Una de las grandes diferencias respecto a aquella etapa es que ahora TVE no tiene publicidad. Desde 2009, cuando se aprobó el nuevo modelo de financiación, TVE ha dicho adiós a los anuncios. Los únicos que emite son los relacionados con el patrocinio cultural o los asociados a determinados contenidos como, por ejemplo, las retransmisiones de la Champions.

En esta década ha habido una explosión de emisoras gracias a la televisión digital terrestre (TDT) y el grupo estatal ha diversificado su oferta en canales temáticos. La 1 sigue siendo generalista, La 2 se ha reenfocado hacia la cultura y la participación ciudadana; los contenidos infantiles se han concentrado en Clan, los informativos ocupan el Canal 24 Horas y los deportes elitistas tienen acomodo en Teledeporte. La corporación emite también un canal internacional, que se distribuye a una multitud de países.

Sánchez fue nombrado director general de RTVE por el Consejo de Ministros el 19 de julio de 2002 y permaneció en el cargo hasta el 26 de abril de 2004. Heredaba formatos de gran éxito como el concurso de talentos musicales Operación Triunfo, creado por la factoría Gestmusic. Con sus siete millones de seguidores, aventajaba cómodamente a Gran Hermano, el contrapeso que lanzó Telecinco en los albores de la telerrealidad.

La ficción de aquellos tiempos tenía como protagonista a Ana Obregón, que saltó de las páginas de las revistas del corazón a la televisión pública a través de Ana y los 7, una comedia insustancial sobre la vida cotidiana de una institutriz poco convencional que llegó a conquistar a más de seis millones de espectadores. Durante la temporada 2003-2004 solo fue superada por Cuéntame cómo pasó (6,2 millones) y Los Serrano (6,7 millones). La cuarta serie más vista era Aquí no hay quien viva, cuyos capítulos alimentan sin freno actualmente el dial de Mediaset FDF. Chicho Ibáñez Serrador volvía con una versión culta de Un, dos, tres, triunfaba el humor de Cruz y Raya y sorprendía la serie documental Memoria de España, dirigida por Fernando García de Cortázar. Ahora, TVE tiene otra manera de acercarse a la historia: a través de Isabel, que narra el mandato de los Reyes Católicos, y de Águila Roja, una ficción de aventuras con ninjas que campan a sus anchas en el Siglo de Oro.

Tampoco la audiencia es la misma. Con la implantación de la TDT se ha producido un acelerado proceso de atomización del que no ha sido ajena la televisión pública. En la temporada 2003-2004, TVE-1 dominaba el panorama audiovisual con el 23% (frente al 22,1% de Telecinco y el 19,9% de Antena 3), aunque ya se vislumbraba un cambio de ciclo “TVE vuelve a ser la cadena más vista, pero con la diferencia más corta; sin embargo, en el mes de junio ocupa la tercera posición y es superada, por primera vez en la historia, por las dos cadenas privadas. Ambos indicadores ponen de manifiesto la crisis del modelo de TVE”, señala entonces el Anuario de la Televisión, elaborado por el Gabinete de Estudios de la Comunicación Audiovisual.

La crisis económica, que ha recortado el presupuesto de la corporación, y una fallida estrategia de programación, han llevado a TVE a cosechar en 2014 los peores datos de su historia, que han situado a La 1 por debajo del 10%. Los informativos han sufrido especialmente la erosión de la audiencia desde los años en los que el Telediario 2 estaba conducido por Alfredo Urdaci. Actualmente, la emisora estatal ha cedido el liderazgo a Telecinco e Informe semanal, emblema de TVE, ha perdido el público y la esencia de otros tiempos, aquellos en los era considerado el programa más prestigioso de la televisión.