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'Homeland' y el beneficio de la duda

Natalia Marcos

¿Y si resultara que lo mejor que le podía pasar a Homeland es que la tercera temporada acabara como lo hizo? ¿Y si al final resulta que es capaz de volver a ser la serie de intriga y de espías del principio? Quien escribe estas líneas mantuvo al terminar la temporada anterior que el futuro de la serie era incierto, turbio, que nada volvería a ser lo mismo. Y no lo es. Pero es posible que Homeland haya hecho bien en no seguir un rumbo por el que estaba perdida y haya tenido que soltar lastre (ay, aún duele) para poder sobrevivir. Dijimos que a partir de ahora, Homeland ya no sería Homeland, que podría ser incluso una buena serie pero sería otra serie. Pues el caso es que esta nueva serie puede que tenga interés. Desde luego, mucho más interés que la tercera temporada.

Los nuevos capítulos de la serie, que emite en España Fox, tenían (tienen todavía) por delante un reto enorme: hacer borrón y cuenta nueva. No era tarea fácil. Muchos fans, descontentos con la anterior entrega, se mostraron decididos a no regresar nunca más a la que antes fue una de sus series favoritas y que ahora se mostraba perdida. La tercera temporada llevó la historia a un final que habría servido perfectamente para cerrar una serie que debería haber terminado incluso antes. Pero la televisión es así, y es complicado poner punto final pronto a un éxito como el que fue Homeland.

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Ahora regresa sin uno de sus pilares básicos en las temporadas anteriores y con Carrie como protagonista casi absoluta. Otra buena noticia es que Quinn esté contando con más minutos en pantalla, un personaje que llegó en la segunda temporada demostrando su gran potencial y que en la tercera cayó casi en el olvido. Saul también parece que jugará un papel importante, esta vez desde fuera de la CIA y como apoyo de Carrie. Y con estos ingredientes y con el foco puesto en las tensiones de las relaciones entre Estados Unidos y Pakistán, Homeland vuelve a centrarse en lo que mejor se le da: contar una historia de espionaje, de contraespionaje y de dobles juegos. La historia seguirá las consecuencias de una decisión con la que comienza la temporada.

¿Conseguirá recuperar el brillo de su primera temporada? ¿Logrará que los fans desengañados vuelvan a abrazarla como antes? ¿Conseguirán que nos olvidemos de Brody? Lo bueno es que ya no hay más historias protagonizadas por la hija de Brody, Dana.

Y la pregunta que a todos nos inquieta: ¿de dónde han sacado a un bebé tan TAN parecido a Brody? Impresionante.

De momento, y con solo los primeros compases de la temporada, le damos a Homeland el beneficio de la duda. Veremos hacia dónde se inclina la balanza al final. Esta no es mi Homeland. Pero igual termina por gustarme, quién sabe.

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Sobre la firma

Natalia Marcos
Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED.

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