A engaño público, despecho público
Una traición puede tener muchas formas y una venganza también. Decir que el libro de la exprimera dama de Francia es una represalia puede ser cierto, pero eso no lo descalifica. Ni tampoco que desvele cosas íntimas sobre el mandatario socialista que la engañó, de lo que Valérie Trierweiler se enteró por una revista.
Muchos libros son fruto del despecho y algunos son buenos. Cada uno administra sus celos y amarguras como le parece. Y un libro es una buena manera de establecer su postura públicamente, como público fue el engaño. En las consecuencias políticas debió pensar Hollande, que es el político profesional involucrado en este asunto. Ser el presidente de una nación y querer ir por la vida flotando es bastante más tonto y despreciable que redactar un despecho.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.