8 fotosLa nueva ola del ‘point and click’De Broken Age a Dead Synchronicity la infinita gama de enfoques estéticos y narrativos en la aventura gráfica actual Madrid - 17 jun 2014 - 16:56CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceQue Tim Schafer lidere un Kickstarter es el signo de cómo están cambiando las cosas en el videojuego. Con 'Broken age', una aventura gráfica en la que se maneja a una muchacha condenada por un monstruo y un aventurero en una nave espacial que le obliga a repetir una y otra vez las mismas odiseas, consiguió más de dos millones y medio de euros. El creador de mitos como 'Monkey island', 'Maniac mansion' o 'Grim fandango' ha vuelto por sus fueros con humor, fantasía y el formato serializado común en esta nueva etapa del 'point-and-click'.La industria del videojuego español también está apostando fuerte por el género. 'Dead synchronicity' es el juego de los hermanos Olivan, un trío que se crió con las aventuras gráficas en los 90 y que ahora ha dado el salto a producir sus propios juegos. Además su apuesta da un giro bastante radical a lo que suele ser el lugar común en el 'point-and-click': humor y fantasía. La violencia y la dureza junto a una estética expresionista para contar una distopía de un mundo deshilachado.Las hay de nuevo cuño, pero las hay también que nunca llegaron a irse. 'Broken sword' es una de las poquísimas sagas que sobrevivieron al cambio estético a mediados de los 90, de los píxeles y el 2D a los polígonos y la tercera dimensión. Pero precisamente estuvo a punto de morir por cambiar de sus bellos gráficos que recuerdan al cómic francés (por algo París es esencial en la trama de la franquicia) por unas 3D que lo tuvieron alejado del mercado casi una década, desde el lanzamiento de su cuarta entrega en 2005. Para su retorno en diciembre de 2013, una vuelta a los orígenes: gráficos que utilizan el cel-shading, músculos de 3D con una piel que imita a la ilustración.Una de las nuevas incorporaciones de enfoque más radical es 'Kentucky route zero'. Los tres capítulos desvelados hasta el momento permiten sumergirse en un relato 'kafkiano' de un repartidor que se pierde en su camino por la América más allá de la interestatal. La granja Macondo es solo un guiño al mundo de realismo mágico al que aspira esta premiada creación de Cardboard Computer.Hay sellos para los que es posible hacer carrera del Point-and-click. Eso ocurre con los alemanes de Daedalic, que llevan cosechando múltiples éxitos como 'The whispered world', 'A new beggining' o su trilogía 'Deponia', que arranca con los sueños de un muchacho, Rufus, en un mundo de basura. Como productores, uno de sus últimos proyectos es la colaboración con 'Randall's Monday', aventura gráfica con firma española. En la imagen, la ambientación de fantasía medieval de 'The whispered world'.Hay dos grandes vías en las aventuras gráficas. A la manera de Lucasarts o de otra manera. 'Monkey island' (1990), 'Full throotle' (1995), 'Maniac mansion' (1987), 'Day of tentacle' (1993) o 'Grim fandango' (1998) marcaron una tendencia por el humor absurdo y el color muy ligada a uno de los tótem de la literatura fantástica, Terry Prachett (no en vano, una de los célebres sagas del género está dedicada a Mundodisco, el universo creado por el autor británico). Incluso Lucasarts apostó por otro estilo en 'Indiana Jones and the fate of Atlantis' o en el olvidado 'The dig' (1995). 'Violett' es un ejemplo claro de la tendencia mayoritaria, color y humor para la historia de una chica que se ve obligada por su casa a mudarse de casa.El estilo realista también tiene diseñadores adeptos. Malachi Rector, cruce entre anticuario y detective, se las verá con una conspiración que arranca con una mujer ahorcada en Venecia. El juego fue un éxito en Kickstarter, con más de 300.000 euros recaudados. Pero la crítica no fue nada complaciente, poco más del cinco raspado en la web referencia en cuanto a puntuaciones se refiere, Metacritic.Clásico en la jugabilidad (salvo en pequeños detalles, como la posibilidad de forzar puertas con ganzúa) y en sus referentes (Raymond Chandler y Humphrey Bogart) 'Face noir' es uno de los últimos ejemplos de 'poin-and-click'. Sombras espigadas proyectándose en una cuña de luz, disparos de revólver y femme-fatales condimentan las pesquisas del detective privado Jack Del Nero.