Borrón y cuenta nueva
Ricardo Cárdenes y Paco Guillén son artistas con equipajes estéticos bien diferentes. Pero comparten el furor por el dibujo como herramienta de interpelación del mundo
Ricardo Cárdenes (Las Palmas, 1942) y Paco Guillén (Las Palmas, 1974) son artistas con equipajes estéticos bien diferentes. Pero comparten el furor por el dibujo como herramienta de interpelación del mundo y, sobre todo, tienen una honda complicidad intelectual. De hecho, maquinan desde hace años esta exposición -en cuya génesis estuvo también el fallecido crítico Orlando Franco- que por fin se ha materializado. Ciertamente, iría más sobre seguro si en vez de escribir de dos creadores poco conocidos, me ocupase de famosos con los que coinciden estos días en el mismo espacio geográfico -lo digo por la pintura para nuevos ricos que Ray Smith exhibe en el CAAM-. Pero lo expresaré sin ambages: creo que ésta es, con diferencia, la exposición más interesante que se puede ver actualmente en Las Palmas.
Paciente como un cazador, los dibujos de Ricardo Cárdenes son merodeos sigilosos entre lo que el artista ve y lo que recuerda haber visto. Esta espera, que conforma un rastro de manchas, esbozos y vértigos minúsculos, se extiende a veces años y hasta décadas, como las que ha invertido en el mapa más o menos biográfico que cubre como un rollo japonés una pared de la galería.
Los de Paco Guillén son ruidos de fondo meticulosamente orquestados mediante elementos que se contradicen en su lógica interna: retículas inacabadas, figuras agazapadas tras otras figuras que mantienen vivo el deseo, campos de color pintados en la pared en la que cuelgan los dibujos. Si el mapa biográfico de Ricardo Cárdenes no puede abarcarse de un vistazo y necesita del desplazamiento del cuerpo, estas obras de Paco Guillén, por el contrario, se captan mejor por el rabillo del ojo.
Entre las obras de Cárdenes y Guillén hay cortocircuitos, pero también puntos de comunión. Por eso la visita a la exposición resulta tan estimulante. Entre los últimos destacaría dos: que estamos ante dos artistas que van muy a su aire, poco dados por tanto a los aspavientos, y que sus dibujos, reflejo de un pensamiento que se rehace sin cesar desde la nada, no quieren ser otra cosa que borrón y cuenta nueva.
Ricardo Cárdenes / Paco Guillén. Galería Saro León. Calle Villavicencio, 16. Las Palmas de Gran Canaria. Hasta el 2 de junio de 2014
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